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EL AYLLU
tenían en tiempo de la tiranía de los incas,
y en este se iban conservando y los habían
dejado estar los gobernadores; porque, no
embargante que se entendía que para el ser–
vicio de Dios y de V. M. y de su bien y
cristiandad, era muy conveniente mudarles
el modo de vivir y todo
lo demás que
hacían, les parecía á los mismos gobernado–
res y le¡ pe sua ía la gente, que no se sufría
eter la mano en esto, porque
Qy
g ave á los naturales y que
sería escandalizarlos y alterarlos y cosa infi–
nita menear materia tan pesada y dificultosa
como en efecto lo ha sido y contradicha
de todos. Estos indios, como está dicho,
hacían su vivienda en los montes y mayores
asperezas de la tierra, uyendo de hacerla en
lugares públicos y llanos; allí vivía cada uno
con la libertad que quería en cuanto á la ley,
porque no se podían doctrinar, y en
lo