EL· AYLLU
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las armas á la centralización política incásica.
Estas tribus bien pudieran ser miradas como
restos degenerados de otras organizaciones
nacionales anteriores al imperio cuzqueño. Y
en tal pendiente degenerativa encontraron los
descubridores á los aymaras en el siglo XVI,
que hoy se hallan próximos á su extinción.
Es posible que Cieza de León hubiera reco–
gido una tradición fácil de explicar el orígen
de aquellas gentes, viendo por una especie
de espejismo mental, en los grupos degene–
rados cercanos, las formas de vida de las tri–
bus antiguas.
f
Igual ó parecida opinión daba el virrey
Francisco de Toledo en la
Memoria
dirigida
á la Corte de España en
r582. Entre otras
cosas, manifiesta lo que á la letra copiamos :
«
El gobierno que los indios tenían antes
que yo personalmente los visitase, era el
mismo, ó muy poco menos político, que