EL AYLLU
del centro del continente sud, ha debido
referirse Müller. Empero es extraño que
ignorase que nos quedan huellas asom–
brosas de la existencia de civilizaciones po–
derosas.
El estudio de las relaciones sexuales de
los habitantes primitivos, constituye una
fuente de indagación riquísima respecto del
ayllu,
linaje. Los cronistas españoles aluden
á una tradiciól) vaga y lejana de un estado
de comunidad
s~xual.
La poligamia que se
encuentra e_n os tiempos del imperio incá–
sico, reservada tan sólo á los jefes é incas,
·si es que este hecho se considera como un
rezago de comunidad sexual, sería de una
época antedor á la constitución del
ayllu.
Cosa distinta pasó en la rama azteca, en la
cual se conservaron hasta un período poste–
rior al
callpulli,
huellas evidentes del uso
colectivo de la mujer, poligamia que coincidía