EL AYLLU
ción social de los actos que atacan la pro–
piedad animada
é
inanimada, es muy carac–
terística de los grupos agricultores en que el
producto de la tierra 6 lo que está .arraigado
á ella, como el ganado, se considera como
de naturaleza sagrada. En el
ayllu
moderno,
los delitos de sangre dan lugar todavía sola–
mente á la
composict'ón,
y es verdaderamente
lesionad~
w-teAen en seguida los escatimos,
y últimamente el precio de la compensación,
quedando desde este momento restablecidas
las relaciones familiares 6 individuales, rotas
6 interrumpidas por una lesión 6 muerte.
El aymara siente recóndito horror á
la
intervención de
la
justicia moderna para
arreglar sus querellas criminales y civiles. No
ha podidG> comprender jamás las V'entajas
del sistema cle los castigos expiatorios, cuya