EL AYLLU
influjos desvirtuadores de
la
dominación
española, han llegado ciertos clanes aymaras
á flotar casi., por decirlo así, en el naufragio
de las instituciones indígenas. Merced á su
actitud tan cerrada como refractaria á las
corrientes nuevas, algunos
aytlus
hay, que
han sobrevivido casi en sus formas primiti–
vas. Se conoce, por ejemplo, un clan llamado
Collana, cuya const itución interna y contor–
neamiento ex
son muy particulares.
Allí no se aceptan extraños, sobre todo
blancos, sin<Ype r.
v-Í
de hospitalidad pasa–
jera. La justicia se administra por sus propias
autoridades y por un consejo de los mayo–
res. La cooperación agrícola es más vi va y
solidaria. Los delitos de robo, especialmente
el de ganado, se castigan severamente, y las
reincidencias, con la pena de muerte. El ase–
sinato y las heridas se consideran como deli–
tos casi por de_bajo del robo. Esta valoriza-
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