![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0016.jpg)
XII
PRÓLOGO
piedad comunal,
corregiría no pocas cosas y, sobre
todo, la afirmación correspondiente á la generalidad
de aquella forma de disfrute en los tiempos primitivos
que en la época de publicación de mi obra era co–
rriente asegurar y estaba patrocinada por ilustres
investigadores. Hoy, aunque no le faltan buenos
padrinos, la cuestión se halla realmente en una posi–
ción ds duda y espera
t.
Lo mismo juzgo que es preciso hacer con todas las
que comprende lo que Oliveira Martins llamó el
«
cuadro de las instituciones primitivas>>. Semejante
posición no podrá desaparecer sino á costa de muchos
paciontes trabajos de análisis
y
de colección de hechos
concretos_;
y
por llaber puesto en ello su intención y
sus energías, el Sr. ""saavedra merece los plácemes de
todos los estudiosoi.
Termino deseando muy sínceramente que el autor
transforme dentro de breves años este ensayo de
pocas página5 en una monografía voluminosa, para la
cual le sabrán, á mi juicio, arrestos y condiciones
intelectuales.
RAFAEL ALTAMIRA.
Madrid, Mayo
1913.
1.
De ella he tratado ampliamente en mi Bibliografia de la
Propiedad comunal, publicada por el
Suplem1nto doctrinal
del
Bol1tin juridico-administrativo.
Madrid, 1904.