-xux-
lósofo, de un sií bio , ele un fatalista;
acaso la
ele
11n
Amauta
excéptico, de
un
Schopcnhauer incii.ico; porque es
la ironía mas sangrienta para los ate
snradores
i
hu
rgueses.
Si la constrncción de un mezquino
abrigo, ele
una
pobre choza no csca–
JHt ·a
los vencl:ib:iles de la tiern
11att1-
raleza, a qué esa vanidad de poseer
palaciüs?
El
viéjo
ha
trabajado desde
su niñl'z, ha llegado a la
ó
ncianicla<l
sin arredrarse por la fatiga i ·se:
en–
cuentra a la postre sin familia
i
sin
tasa;
propónes~
construirse una mi–
serable choza con los mejores materia–
les, sin otra herramienta que una mo–
(ksta hacha de piedrn
ó
cobre,
veu–
cienclo cuantiosos obstáculos; i allí
está,
le
persigue
sin
fkscanso, siem–
pre, el implacable hrnjo,
l'1
destino,
hurláncloseclc
él.
(Hamlct, Mefi.stofc:–
ks, Falstaff, Pichi-chaqui en Ollanta.)
Da c'.ma a su obra, apréstasc a dis–
frutar
de
esa comodidad, cenando su
trug-al desaynno, po1·
fin!
bajo techo,
i
la inclemente 1121turaleza, su
sino
fatal, hace que se le yenga encima,
.Jo aplaste, como a un misero g-usa110.
Ha
escapado con vida;
i
<kspués? ...
corno las a
\'CS
::;in nielo , como los pa-
rias ............ a
yag~r
!
7