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Viene un anciano, 11no de los mu–
chachos con su bastón
i
herramien–
tas, a busc:ir en
el
bosque
palos apa
rentes para reconstruir su choza de–
rruida. Principfrt por dnr un coscorrón
en la cabeza a cada uno,
i
luego ·olien–
do
su mano,lo califica de huena made–
ra, durn:
este es
un
!/oque;
fuerte, un
qucnunl;
floja, un
rayan;
medio floja,
un
rambrash,
las
que
desccba;conclní–
da la sclccciC>n, se retira a,mascar su
coca
1
cobrar aliento para cortarlos.
Los mucha,chos siguen haiancdtn–
dosc cadenciosamente al son de la to–
nada:
buin......huin! huin ......huin.'
Escoji<.lo el tronco, procede a cor–
tar las ramas,
coji~·ncio
los brazos
de los jugadores desasiéndoles de sus
compañeros que se resisten, pero des–
pués de incruenta fatiga logra su ohjc
to
i
se pone a descansar; hablando
consigo, se hace reflexiones sobre lo
. áspero del trabajo; se lamenta de su
mala estrella; de la naturélleza implá
cable que se ensaña contra un pobre
anciano, encorvado por los años, casi
ciego, sin familia que le ayude, abatí
do
i
perseguido por el destino.
Continúan los muchachos en
el
mis
mo tono,
huin...... buin!
Otro que
ha~e
de hrujo,
:-e
burla