-XLill-
na exhubcrante imajinación
ha
crea–
do,
i
alll, hasta en sus
distraccio1rns~,
lns máximas de la
1náis
pura moral se
ofrecen
al niño
i
al
joven:
0ra
bajo la
forma de apólogos llenos de gntcia,
ohscrv-ación
Í '
c1<1110sura; ora
en
juc\.
gos como el
~!el
éhupa11tn.-paquin,
el
h11in-hui11,
la
paca-pacr-t
i
otros más.
I
si
creen
que nue8tro entusiasmo
nos mueve,
a
prochmar las excelen–
cias
de
la raza
incáica,
alliL va
un
juego en
el
que verán
confirmadas
la
verdad
de
nuestras
afirmaciones.
~I
I\uiq·I\uiq
(O el
ho~bre
i
el destino)
Simulan
el
tronce~
de
un
:-u-bol, sen–
tados
en
fila
muchachos
i
nrnchachas
álteniativamente· unos .tras
otros,
.moviendo los · brazos, recostAndose
ya
a u'n
lado,
ya
a otro,
fuertemente
a1idos
i
cantando:
huin.........
huin!
huir.1.. ........huin"f
Huin.:.huin
remeda el
mido
del fo..
Baje
azo.taflo
por el vien to,
i
a
este
compás,
va
columpiándose pausada–
mente toda la fila
ele
muchachos
i
muchachas
a
d'erecha
e izquierda,
le~
\'antando las manos.