De
1a
poesía solo ·mereció los h:mores
del conquistador,
la
forma erótica como
el
yaraví, adaptable a su romancezca vi–
da de galantes aventuras, i así pudo esca
par a su desden, i a la persecución de los
moralistas de la Inquisición, que fuLnína–
ron sus rayo3 contra el
manch éJ i-¡niito
i la quena to:ada dentro de un cántaro,
hasta hacerlas caer en
el
mas completo
olvido, por altamente sacrílegas, a causa
de la leyenda a que dieran origen.
Por esto, historiadores llenos de talen–
to i espíritu observador, únicamente con- ·
sagran su atención a la poesía . incáíca, i
uno de los que mas extensamente se ocu–
pa, el Dr. Lorente la juzga así:
"La poesía
v~rdadera
sín':esis del arte,
ademas de sentir las influen:ías inspirad:>–
ras hallaba
el
instrumento mas favorable .
para las composiciones mas variadas, en
el
quechua,
de sonidos musicales,· de e–
nérgica concisión, pintoresco í apropiado
para expresar con viveza i dulzura toda
suerte de conceptos. Los ha ra
\'ir.
o poe–
tas se distinguieron en los principales jé–
neros poéticos, luciendo su jenio inventi–
vo en versos por lo común cortos, pero
haciendo sentir los encantos del ritmo en
Ja
sucesión melódica de .las silabas. Cada
cartci6n tenía su tonada conocida por si,
í
no podían decir dos canciones díferen-