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esta.
.Pero difieren nota blemente en el
rico \'C'calismo del quc.:chua, aunque
8parcnta m< ntc
110
hayan sino tres
voc.:alcs
a,
i
y
u;
esto que aparecería
como pobreza ele vocalizacion
no es
asi, pues Schkicher, el q uc echó las
lm ·
S\.."S
di.' la
linguistica moderna i mui en ·
particular ele
la
lengu a común indo–
europeo, asigna
á
ésta tan so lo tres
yoeaks fundamentales:
a,
i
y
u
como
en el quechua; vocalismo simple, que
posteriormente por prefijaci rm
i
sufi–
jación ha ido desarrollánclosc i oriji–
nancfo los demás sonidos. Mas
tarde
Fr. Müller le agrega una cuarta al
Indo-europeo. Pero en el quechua
ha–
hría que ver en esa confusión de la
i
·
i
de la
e,
i de la
o
i la
u,
nuevos soni–
dos, nuevos diptongos como
ie
i
ou.
Las lenguas como llevamos dicho,
evolucionan
como
tocios los seres
de
la naturaleza, es decir, nacen, crecen ,
decaen i mueren,
i
por consiguente
están sujetas a luyes, que las rijen;
leyes que, ninguno
c,omo Max
Müller
ha ·sabido formularlas, considcranclv
a los idiomas
nG
como seres
1~eales
con vida indepen<lientc, sino que,
ín–
timamente unidas
a
la vida del
hom–
bre siguen en
su
cksarrollo
el m1sm
o