- XCIII -
Escarmienta á los enemigos del Tahnautisuyo
Penetrando sin huir
A 'la
cruei1ta
batalla
Como quien tiene lJat.ria , mujer
e
hijos.
No temas la muerte.
Mejo1· es
morir,
Que vil esclavo llornr eh el cautiverio
Avergonzando al 'J'ahuant.isliyo.
sngo.ytia eri ho'hor del cura Juan Pa-.
f>lo Cabrera con motivo del cruza–
Ji1iento de la alpaca con la vicuña.
A un Dios imitas e'n su poder exten:.o
De la uada anancan:lo un
~er
v.iviente
Entre l_as auras crudas
i
soledad paciente;
Descorres de natura el velo denso.
Tu lo descub1·es rico valor.........¡inmenso!
En el Paco-Vicuña que, tu afán presente
-Ofrece de caudal cual una fuente,
Que de oro corre, hasta él mar inmen:;o'.
Este tesoro que al mismo oro 't>xcede
Es el hallazgo de tu desve;o intenso
Entre tinieblas i entre luz naciente.
Para honra tuya
i'í
tu memoria,queJe
"Que
á
un Dios _imitas en su µoder extenso
De la n'ada arrancando un ser viviente.
rejión donrle existen los pueblos de
Tupi, Cauchi i Huantan en qtie se
conserva el
·cauqtii,
idioma singular,·
en que
piecl'r~úe
dice,
kti.'la,
en tanto
que nosotros·decimos
kgakga
si es pe–
ñasco,
hua11ca,
si es un pcdrón gran–
de i
rúini,
'a
las picdrns sueltas, guija–
rros etc,; en ese idioma ni arco iris