EL EXTRANGERO
299
nio (r, 147), traducción indudable del
Dz"es
Rectus
de Sotuelo (pág.
79),
el cual, á nues–
tro juicio, llamó así al
«Compendio de las
obHgaáones comunes....
» ,
del P. Núñez de
Miranda, que arriba describimos en el nú–
mero 390. Si Sotuelo no se hubiera olvi–
dado de poner la fecha de su
Di"es Rectus,
que en ]?eristain puede muy bien estar equi–
vocada (1667 por 1664), quizá apareciera
má~
confirmada nuestra sospecha.
5836.-El Ebro siempre grande: Epi–
talamio en los Desposorios de los
Excmos. Sres. Duque de Medinaceli,
y
Doña Maria Francisca Pignatelli, hija de
los Excmos. Sres. Condes de Fuentes.
Hablando del P. José Pignatelli había di–
cho Caballero que «in His pania edidit, si mal e
non memini, epithalamium carmine hispa–
no in nuptiis Methymnensium Ducis et Ma–
riae Franciscae Josephi fratris filiae» (1, 224);
pero se ·corrige más adelante y advierte
que «Pignatelli Josephus, quem primo Sup–
plemento dixi Auctorem Epithalamii Hi–
spanici, non ideo ex Scriptorum albo est
expüngendus, quia verus fuit Auctor Jose–
phus Arna!.... ; cum reliqua vera sint, quae
ibi de ornamentis Pignatelli litterariis dis–
serui»
(u,
83).
Parece que bien pudiera haber corregido
también lo de la impresión del
Epitalamio/
pues éste, según nuestras noticias, no llegó
á
publicarse, sino que se conservaba ma–
nuscrito en 4.º, de 22 págs., juntamente con
otras composicion,es del P . Arna!, en la li–
brería de
D.
Antonio Berdejo, canónigo de
Tarragona, donde lo hubo de ver Latassa
(v,
496).
5837. -1. El Extrangero. Bruselas,
1633
II. El Forastero. Bruselas, 1633 -
En
4.º
Ya vimos cómo Capmany, al darnos
cuenta en el núm. 4287 de las varias obras
que escribió el P. Baltasar Gracián, y salie–
ron
á
«la pública luz en vida del autor»,
citaba en primer término
«El Forastero,
impreso en Bruselas en 4.º en 1633». -
«Baltasar Gracian .... publicó, año 1633, en
Bruselas un opúsculo con el título de
El es–
trangero •.
..
»,
dice también Llbrente en sus
Obsei-vaáones críticas
(cap.
XIX,
núm. 8)¡
sin que pueda haber duda en que Llorente
y Capmany se refieren á una misma obra,
ni en que uno y otro tomaron su noticia de
Nicolás Antonio,
el
cual, después de haber–
nos dado la lista de las obras ciertas del
P. Gracián, añade lo que sigue: « Reperio
tamen
&
Gratiano tributum opus diversre a
jam lau datis appellationis, scilicet: El Fo–
rastero, Bruxellis 1633. in 4. Itero: Exerci–
cios de devocion. ibídem anno 1662. in 24.
nisi ídem sit opus cum Meditationibus»
(n, 4:
cfr.
Alcázar, hoj. 25v.).
Posible es que el año de 1662 se hubiese
hecho, efectivamente, en Bruselas, con el
título de
Exerdczos de devodon,
alguna edi–
ción que no conocemos del célebre
Comvl–
gatorio
ó
Jl(fedüacz"ones para la Sagrada
Comum·on,
del P. Gracián, aunque nos incli–
namos á creer que no d ebe de estar ahí,
como veremos algo más adelante, la res–
puesta ó solución á la duda de Nicolás
Antonio .
En cambio, «es muy probable», á juicio
de Farinelli
(
Balt. Graqian,
pág. 205, en
nota), y al nuestro, poco menos que moral–
mente cierto, que no existe semejante obra
de
El Forastero
(ni
El Extrangero),
escri–
ta por el fecundo Belmontés, y eso, no só lo
porque «ni Latassa, ni Gallardo, ni De Bac–
ker Carayon [es decir, ni Backer ni Som–
mervogel] ni otros la nombran, sino tam–
bién porque, á pesar de lo que erróneamen–
te nos aseguraba Capmany en el citado
número, no aparece en ninguna de las mu–
chas ediciones que se han hecho de sus
obras completas desde el año de 1664; ni el
modo mismo como la cita Nicolás Antonio
es de lo más oportuno y eficaz para quepo–
damos admitir su existencia.
Así debió de entenderlo también Caballe–
ro, en cuyos apuntes para el artículo dtl
P. Gracián hal1amos la siguiente nota:
«Eidem etiam tribue addit Nicolaus Anto–
nius opus inscriptum
El Forastero,
et Bru–
xellis editum
I
633, in 4.; sed unde hoc de:
duxerit, quidve illud operis sit non iudicat,
.
'