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5659.-Verdades de la otra vida, ma–

nifestadas por el Reverendo Padre Iuan

Baptista Poca, de la Compañia de Iesvs,

que responde a engaños de)a otra vida,

que ha publicado Don Antiogo S_antucho,

discípulo del muy Reverendo Padre

Io–

seph Zaragoza, de la Compañia de Iesvs,

que defiende sus escritos.-En

4.º,

de

10

hs.

Es uno de tantos librillos de política ra–

tera, escrito por autor desconocido, pero

bastante después de la muerte del P. Poza,

contra el famoso matemático P. Zaragoza,

en respuesta á los

«Engaños de la otra

vida....

»

(descr. en el núm. 4000).

5660.-Vie du P. Balthasar Alvarez ....

Con ocasión de haberse omitido en ésta,

que se llama traducción, algunas noticias

harto curiosas del P. Juan Bonifacio, á pe·

sarde que «on les trou ve dans toutes les édi–

tions de l'original espagnol, et dans les deux

trad uctions . franc;aises an térieu res

a

celle

qu'a donné le P. Bouix», advierte lo si–

guiente el P. Del brel: «Du reste, il suffit de

collationner le travail du dernier traducteur

avec !'original, pour constater que son in–

tention,-malheureusement non exprimée,

ni c;lans la preface ni dans les notes,-n'a pas

V

été de faire passer dans notre langue l'oeu–

vre intégrale du P. du Pont: le passage re–

latif

a

Bonifacio n'est pas le seul q u'il en

ait en levé; plusieurs autres ont eu le meme

sort, voir meme un chapitre entier , le 43e

de !'original, traitant de l'oraison de la

Compagn ie»

(J.

Bonifacio,

pág. 7

1

en nota).

566

I

.-Voto del Cardenal Calini en la

Causa de Palafox.

«Es verdad , q.e el Sr. Azara ha preten–

dido, que no deve hazerse ningun caso de

este Voto, p.r ser de la mano, y pluma de un

Jesuita.... [Pero] se sabe de

cie~to,

q.e el

mencionado Voto es del Card.

1

Calini, quien

por si mismo, y sin ayuda de vecino com–

puso la minuta del,

y

el Jesuita, a quien en.

cargo su Emin .ª q .e la extendiesse, no hizo

mas q.e poner en buen orden, y methodo

todas las mismas especies, y puntos conte–

nidos en la minuta, sin darles ningun real–

ce mas, y sin quitar, ni añadir cosa ninguna

de substancia. Assi se lo dixo en Roma el

mismo Jesuita exten sor del Voto

a

este

P. Juan de la Fabra su intimo amigo

(p.r

quien

inmediatam.te

lo he sabido yo) asse–

gurándole q. e esta era la pura verdad, y

q.e el no havia tenido mas parteen el voto,

q.e la sola materialidad de estenderle», dice

el P. Vicente Olcioa en su

F estiva Rela–

don

(Ms. en

el

Colegio de Sarriá,

IV,

7 v.) .