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202

LES EXERCICES DE LA VERTU

por el P. Morejón, ni bibliógrafo ó historia–

dor alguno que la cite. - ¿Habrá alguna

equivocación ó desliz en el

apellid~

del au–

tor?- Ocúrrenos esta pregunta, porque

Les

derm'eres Novvelles

(que en la edición de

París añaden eri el título mismo la cláusula

·«OiI

se voit sa conversion [del Preste Juan]

a

l'Eglise Romaine») parecen tomadas en

gran parte de la «Copia de vna del Padre

Pedro Paez de la Compañia de Iesus, escrita

en Etiopía a

6.

de folio de

617.

para vn

Padre de la Provincia de Toledo d(:! la di–

cha Compañia», en fol.

0 ,

de

2

hojs. n. fols.;

siendo muy de advertir que en su repro–

ducción sevillana de

1619

se ve también la

añadidura «En la qual le da cuenta de como

el Emperador de aquel Reyno [es decir, el

Preste Juan

J

se

·a.

buelto Cristiano....». Ade–

más, cuando las ediciones mejicanas de

1616

eran desconocidas, _ó poco conocidas, entre

nosotros, era muy conocida en ·España, y

suponemos que también en Francia, la re–

impresión hecha en Zaragoza el

1617,

de la

«Relacion de la Persecvcion qve huuo estos

años contra la Iglesia de Iapon,

y.

los mi–

nistros della. Sacada de ·la carta anua, y de

otras informaciones

q

truxo el Padre Pedro

Morejon de la Compañia de Iesus, Procu·

rador de la Prouincia de Iapon....

»,

en 8.

0 ,

de

262

págs., s.

I

2

hojs. de port., etc.- ¿Con–

fundiría ·el traductor francés al P. Pedro

Páez con el P. Pedro Morejón, y añadirí4

· por su cuenta, en la portada de

Les de1'ni11-

res Novvelles,

la calidad del cargo con que

había venido del Japón á Europa? Cierta–

mente no entendemos qué razón pudiera

tener éste para

m~terse

en negocios de Etio–

pía, cuando apenas le quedaba tiempo para

despachar los de su Provincia en Madrid y

Roma.

5608.-Les Exercices de la Vertu et

de la Perfection Chrétienne par le R. P.

Alphonse Rodriguez Jésuite. Divisez

en III Parties. Nouvelle traduction. A

Paris, Chez J ean Baptíste Coignard,

M. D C. L XXIII.-Dos toinos en 4.º

1

de

480-336, 149-401 ps. , s. las hs. p. n. (De

que hay va rias otras ediciones.)

Es traducción de Nicolás Binet, abo–

gado del Parlamento de París, de la cual

dice así Oudín en su artículo del P. Rodrí–

guez: «Hanc interpretationem dedere ho–

mines e Portu Regali, ut vocari se ama–

bant, hoc est Janseniani Parisienses. Neque

alío videntur consilio vertendi laborem sus–

cepisse, quam ut librum piis omnibus utili–

tate commendabilem suis ipsi erroribus in–

ficerent. Fraus ut strueretur securius, et

tectius lateret, in prrefatione statim persua–

dere Lectoribus voluerunt, incidisse se in

exemplaria operis Hispanici tria; Hispa–

lense cujus retatem non indicant, cum sint

terna¡ Cresaraugustanum anni

1626.

et Ma–

tritense

1.656.

sic ínter se dissentanea, ut

deliberationis non modicre fuerit scire ec–

q uod trium interpretando respicerent. Re

diu perpensa, constitutum denique, ut

exemplar adhiberetur, quod erat creteris

brevius; ex aliis, qure in illo deerant, assu–

merentur. Astute. Committat

enim,

si cuí

tantuin otii est, cum exemplari Hispa–

nico Gallicam interpretationem, deprehen–

da t varietatem ac d issensionem; dicet ipse

sibi: Hic scilicet editionem interpres secu–

tus est aliam ab ista diversam. Et quotus

quisque Lectorum est, qui interpretationem

cum quinque, tribus alit una etiam exem–

plaris editione c0mparet? Sed inventus est ·

tamen vir eruditus ac diligens Francis·cus–

Seraphinus

Regnier des Marais,

qui corni–

cuni oculos confixerit, animadverso per se–

d ulam collationem, Hispanicas editiones

illas consentire ínter se omnes; Gallicam

omnibus interpr-etationem dissentire; affi:.

<.tas Auctori sententias,. non tantum alienas

ab ipsius mente, sed etiam falsas ac repro–

bas, velut in Tractatus primi

capit~

de–

cimo....

»

(hoj . 4).

Si la edición sevillana «cuj us retatem non

indicant», según Oudín, era, como pudiera

ser, la tercera, tenían razón fos señores de

Port-Royal para asegurar que, á lo menos,

debía de haber dos diversas redacciones de

la misma obra del P. Rodríguez, entre las

que se h allaran indecisos sobré cuál con·

vendría elegir con preferencia. Pues sabido

es que realmente esa tercera de Sevilla, y

última de las hechas por el autor, está algo

añadida, y un si es ·no es corr_egida de