APAREJOS PARA ADMI ISTRAR
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quis.... scripsit....
Aparqos parn admi11is–
trar el Sacramento de la Pe11itencia con
masfacilidad)'jrttfo.
Mediolani apud Ma–
latestam 1604. in
4.
Qui líber licentiati ....
D.
Petri Manrique annotatum habet no–
men in fronte....»
(H,
212); y algo más abajo:
«JOSEPHU CRE WELL .... hi pane
dedit. ...
Preparacton para reábir dig'lla-
111e11te los acrammtos de
1
a P enitencia )'
de la Eucharist1a.
Mediolani 1604 in
4.»
(n,
361).
En dos partes de su
Dictionn.
habla tam–
bién Sommervogel de esta obra, sin que
lograra aclarar Ja cuestión, tan obscurecida
de tiempo atrás. Dice así en la primera:
« Appareios para administrar el Sacramento
de la penitencia. Milano, 1614. (Par le
P. Joseph Creswell.) , con la nota de Pu–
blié sous le nom de
Pierre Manrique,
cet
ouvrage serait la traduction de
l'Apparatus
adadmi111stra11dmn sacrameufttm P amiten–
tiC1!
du P. William Bath. L'article de So–
twel ne me semble pas tres clair. (Voir de
Backer,
r,
4+9,
2.)
Les
Superc11eries littérni–
res
de Quérard me paraissent, en tout cas,
attribuer
a
tort au P. Bath le pseudonyme
de
Pierre ll1a11rique»
(col. 52)¡ y en Ja se–
gunda:
«
Apparatus ad adm1ºnistrandttm....
Mediolani, per Marcum Tullium Malate–
stam, 160+ (Par le
P.
Guillaume Bath)»,
con su nota consiguiente de
«
Cet ouvrage
est-il anonyme? otwel n'est pas tres expli–
cite
a
cet égard. Du moins, Melzi
(rr,
l
56)
s'est trompé en l'inscrivant sous Je pseudo–
nyme
ltlanrú¡ue
(D.
Petrus),·
c'est la tra–
duction espagnole du P. Joseph Creswell
qui aurait paru sous ce nom emprunté.
Voir supra, col.
52:
Appare1os para admi–
mstrai·....
»
(col.
I 11
7).
Ya sabemos lo que dijo ó, más bien, copió
Sotuelo. Por lo que hace á Backer, Quérard
y Melzi, sólo notaremos que el primero,
después de haber atribuído al P . Bathe los
« Appareios para administrar el Sacramento
de la penitencia», sin sefial alguna de que
sea anónima ni seudónima la obra, traslada
el primer trozo que ya conocemO$ de So–
tuelo, arreglado á la letra de Alegambe;
que el segundo siguió, con bueno ó mal
acuerdo, la opinión corriente de los biblió–
grafos¡
y
que el tercero es reprensible, más
que por otra cosa, por haber italianizado el
nombre del autor en Battei, como se ve·por
el índice (m,
331).
Pero entremos de lleno en la cuestión,
ob ervando antes que Sommervogel vuelve
á hablar otras dos veces de e ta obra en su
Bibltotl1eqttc:
la primera, en el artículo del
P . Bathe, donde la pone copiando los dos
trozos de Sotuelo, al parecer contradicto–
rio ,
y
con
el
uyendo con la advertencia de
que la question, comme on le voit, n'est
pas claire» (1, 101 2); y la segunda, en el
del P . Creswell , donde también la cita, pero
con la, nota entre parénte is de« oir l'art.
Bath., Gm'll....
(n,
1656), sin atreverse á
optar por ninguno de lqs do autores.
Para esto, creemos que conviene recoger
de antemano lo que de ambos nos aliade
más precisamente en los índices Alegambe,
causa de la confusión y disputa. En el de
los anónimos dice así:
Pra:paratio ad
(ructuose 11d111i11i !randa acramenta, A11-
-glid,
cC·
Hispa1n'ce.
Iosephus Cresvvellus»
(pág.
449:
cfi .
Sotuelo pág. 34)¡ y en el
de los seudónimos:
«Petrus 11Ja11riquc=
Guilielmus Batteus» (pág. 4·2: ot.,
38).
Además, en el de materias, «losephus Cre–
svvelus.... Prreparatio ad fructuose admini–
stranda acramenta (pág. 504: ot.,
875),
Iosephi Cresvveli
Pra!paratio adfi'uctuose
admi11istra11d11m acramenlttm Euchari–
slÍa!'t>
(pág. 510: Sot.,
8
6),
y
Guilielmi
Battei
Apparal11s ad percipiendos fmct11s
Euclwnstia:»
(pág. 510: ot.,
8 5).
primera vista pudiera alguno inferir
de estos datos, que Alegambe y Sotuelo ha–
blan de dos libros distintos, aunque pare–
cidos, impresos ambos en Milán, y tal vez
en el mismo año , conviene á aber, anóni–
mo el uno
(PrC1!parat10),
del P. Creswell, y
seudónimo el otro
(Apparatus),
del P. Ba–
the; en cuyo caso estaba ya resuelta la cues–
tión,
y
reconocido este último como autor
legítimo del que ahora examinamos. Pero
no podemos persuadirnos de que sean real–
mente distintos, á pesar de la diversa ma–
nera que se emplea en su descripción¡
y
firm es en e te juicio, que, al fin es el mismo
de cuantos nos han precedido en la enojosa
tarea de descifrar el enigma, sólo concluí–
mos de su diversidad, que la hubo también