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LA ELOQUENCIA
Hispali, 1750, in-8°. Sub alterius nomine.–
Voy. Crasset, Série 1, 229, n. 13.
=
2.
t
Sa–
lubris cogitatio nonnullis lectionibus expo–
sita. Hispali,
l
7
50,
in-8°.-C'est la traduc–
tion espagnole de l'ouvrage du P. Ch. Greg.
Rosignoli¡ voy. Série
11,
533, n. 13 [ es de–
cir,
Vcn"ta etenze
J. =
Ces deux ouvrages
parurent sous le pseudonyme de Dr Domi–
nicus Baptista de Sotomayor».-Así Backer
en la
l.ª
edición de su
Bibliotheque
(vr,
l
98),
sin que hubiera tenido ocasión, por lo visto,
de dar todavía con ninguna de las traduc–
ciones del P. Gutiérrez, é incurriendo, por
lo que hace
á
la
Salubris cogi"tatt'o,
en un
yerro bien notable.
En la 2.• edición
~numera
ya algunas de
L a Dvlce, y Santa 11'/verte,-
mas, como aún
no hubiese logrado ver, según parece, nin–
guna-de la otra, insiste en su primer yerro,
y hasta lo agrava en una nueva adverten–
cia.- «Salubris cogitatio nonr:ullis lectioni–
busexposita Hispali, 1750, 8.
0
-C'est (vuelre
á
repetir) la traduction espagnole de l'ou–
vrage du P. Ch. Greg. Rosignoli¡
Verila
eterne,
etc.»; y añade
á
continuación: <1 Ces
deux ouvrages [Ja
D1tlcis et Sancta mors
y
la
Salubris cogitatio],
disent les archives du
Gesu, parurent sous le pseudonyme de
Dr Dominicus Baptista de Sotomayor. Ne
faudrait-il pas dire que le 2d parut sous
l'anonyme»
(1,
2347).
Cierto que así debiera de haberse dicho,
si la obra del P. Rosignoli traducida al
cast~llano por el P. Gutiérrez fuera la intitulada
Veri"tri eten1e,-
mas, como no fué ésa la que
él tradujo, sino otra muy diversa, conviene
á saber, la de
If B1t011 Peusiero esposto 1º11
alqteante Lez1'om',
según lo manifiesta bien
á
las claras el sonsonete mismo de la letra,
anduvo muy acertado el redactor del papel
de nuestros archivos al afirmar que la im–
primió «Sub alterius nomine».
En lo que anduvo desacertado ó poco
puntual fué en decirnos que ese otro era el
Dr. Domingo Bautista de Sotomayor, cuan–
do en el original del P. García, que estaba
bien enterado del caso, como quien tal vez
tuvo que intervenir en él, se advertía que
era el Dr. D. Basilio de Sotomayor. Es raro
que no reparara en ello Backer al copiar la
portada de
La Dvlce,
y
Santa Jllverte,
donde se lee impreso con todas sus letras el
nombre del « Doctor Don Basilio».
«Don Brasilia Sotomayor» le llama Som–
mervogel en su
Dictz'onnaii·e
(cols. 243-44);
pero es evideqte yerro de imprenta que
luego corlige en la
Bibliotlzequ e
(m,
1968-69), conviniendo en una y otra parte
en que el verdadero traductor
deLaDvlce,
y Santa 111verte
es el P. Miguel Gutiérrez.–
Lo malo es que algo más adelante cita en
su
Dictio1maire
la edición madrileña de las
Verdades Eternas
(de 1777), y pregunta en
nota, impresionado todavía con los discur–
sos y sospechas de Backer: <1 Cette traduc–
tion ue serait-elle pas du P. Michel GuTIE–
REZ,
qui parut en 1750
a
Séville, sous le
pseudonyme de
Dr Dominico Baptista de
Sotoniayor .t »
(col. 1019). No: la segunda
traducción, á que en
est~
lugar se alude, del
P. Gutiérrez, impresa el afio de 1750
(ó
1751)
en Sevilla, ya hemos dicho que fué
la de
El Bveie Pimsamie11to.
Así lo recono–
ció, finalmente, el mismo Sommervogel en
su
B iblz'othl:que,
donde copia su título en el
artículo del P. Gutiérrez, y añade:
«
C'est
la traduction du
If buon pensiero,
et non
du
Verita eteme,
comme le dit le P. de
Backen> (m, 1969:
cfr.
1x, 966, 1410).
Respecto á
La Dvlce,
y
Santa Mverte,
véanse también Hervás
(1,
69) y Cambiase
(rr,
84), que, lo mismo que el P. Garda, la
atribuyen al P. Gutiérrez.
4 14,1. - La Eloquencia del Silencio.
Poema heroyco, Vida,
y
Martyrio del
gran Proto-Martyr del Sacramental Si–
gilo, fidelissimo Custodio de la Fama,
y
Protector de ·1a Sagrada Compañia de
Jesus, San Juan Nepomuceno. Por Ifon
Miguel de Reyna Zevallos, Abogado de
los Reales Consejos, de la Real Audien–
cia de Mexico, de Reos del Santo Ofi–
cio,
y
Promotor Fiscal del Obispado de
Mechoa c a n. Dedícala al
Ill.moy
R.m
0
S.
0
'
P. Guillermo Clarke, Confessor de
la Catholica Mag. de nuestro Rey,
y
Se–
ñor D. Phelipe V. (que Dios guarde.)