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LA DISERTACION
11es,
pues semejantes de
ai
toman ama para
tales precipitadas ligerezas.... Tenga V.
R.mapor cierto q.e quando el D.r Valentino (avn
a(1adiendo su Va11idad dos tom.• mas en
quarto) suelte el segundo argumento de
V.
R.maal num.
17,
devcremos todos 1.:reer–
le, pero entretanto se
a
echo objeto de la
irricion , por su conocida cabilosidad, y
jactancia, q.e le rebaxan mucho el ser Chri–
tico verdadero, de q.e se precia ....
Pues.sieste S.r D.r confiessa, y ahcra lo estampa,
para q.e nadie dude, q.e el Cardenal Baro–
nio haze tan poco examen de las cosas, no
pasando con su discurso de la superficie de
ella~,
con lo q.• introduze errores vniversa–
les, y por llevarse de su affecto, pierde el
renombre de Critico.... [es] consuelo q.•
de\'e quedar
a
V.
R.mapara no hazer caso
de su avilantez, q.e toma este rumbo para
oponerse
a
todo hombre docto: ni tampoco
extrañe diga q.e su
Dissertacion rsta
fim–
dada sobre principies falsos,
y
quentos llenos
de simplicidad,
pues de lo q.• dixeron Beda,
y Baronio sobre el Caliz, tambien dize en
la pag. 38.
q! es el 111as chistoso weuto de
qua11tos se han podido imagzi1ar.
Son vozes
de su diccionario, q.e las vsa en todos as–
sunt0s. Quede
as~egurado
ya el D.' .Valen–
tino, q.e V.
R.macon sus
reflecciones
formó
el mas fo erte antemural
a
esta SS.m• Faz
del S.' y ahvnque quiera echar precipitado
a
bolar su pluma, tomaran poco huelo sus
dichos , en los hombres literatos , y mas
repro:l uciendole el rectissimo tribunal de
los doctos, no hizo el Valentino, lo q.• el
P. Fabian hizo....».
Como por ese t:empo , es decir,
á
3 de
Mayo , enviase el Dr. Sales una carta al
P. Fabiani, que no la recibió hasta el día 24,
llena de quejas por creerse gravemente
ofendido en el papel de las
Reflexiones,
y
dispuesta en forma algún tanto vergon–
zante de contestación á él, le responde di–
cho Padre, el 26, en los siguientes térmi nos:
• «Doy a Vrod . muchas gracias por lo que
me honra, creiendome Autor de las
R efle –
xiones,
que sobre su carta de Vmd. al
R,mo
P.
F. Thomas Calabuig (copiada, y
fsparcida por todo el Reyno, y con esso
vera Vmd. que no se le ha faltado a la Po–
litica, como me insinua), hizo D.
0
Basilio
Ponze a favor de mi Dissertacion sobre la
S.maFaz, que aqui se ,·enera; y se las doy
muy
~speciales
por los reparos, excepciones,
y advertencias que Vmd. haze en esta su
carea á mi, sobre los argumentos, y razones,
que en dichas
Reflexiones
se expressan: por–
que en lugar de deshazer Vmd. ninguno
de los argumentos que toca, los corrobora
más. Esto tiene la verdad, que a las vezes
toma mas fuerza, de aquello mismo, que
parece, la avia de enflaquecer. Me seria
facil demonstrar a Vmd. esta mi proposi–
cion; pero ni tengo tiempo para ello, ni es
razon emplearlo tan en vano,quando Vmd.
llama los argumentes de las
R eflexiones,
Sofismas;
y protesta, que
aimque esta srem–
pre dispuesto a ceder
a
qmen le convenza,
sin embargo 110 deve rrbafar
1111
ap1ee de
q11a11!0 i11s1'11110 en su carla:
con que lo mis–
mo nos tendríamos·aora. Y crea Vmd, que
quando D.
0
Ponce escriv:b sus
Reflexio11es,
estava bien assegurado de que
a
Vmd,
11ada
le co11venceria11 , 1.i· aún desarman'an la
111e11or proposicion suya.
Estoy cierto de
que no ha sido assi, ni crrn lo sera en ade–
lante, respeto de otros muchos Erudit0s, y
verdaderos Criticas, que han leido, y leie–
ren las
R eflexiones.
Podia embiarle a Vmd.
muchos testimonios imparciales, que afir–
man que las tales
R eflexiones
convencen el
intento, y que no tienen replica.
ftem:
que
assi este Papel, como el de mi Disserlacion
son Piezas las mas bien puestas que se pue–
den dar sobre el assunto. Con que ni a mi
ni a Ponce nos queda mas que hazer ni mas
que desear.
R11mpat1w qm'squis rttmpitur.
Pero para que Vmd. vea, que estas no son
bombardadas verbales,
b
Jactancias Traso–
nicas, me torno
el
trabajo de hazerselo ver
a Vmd. en aquello mismo, en que parece,
que Vmd. mas triunfa,
e
insulta las dich· s
Reflexi'ones
en esta su carta».
Trata de probárselo, y prosigue: «Con
que ya ve
V.md, Señor Doctor Sales, queassi
como en esto, con rnayN facilidad aun po–
dria yo mostrar á Vmd , que toda su carta
en vez de ser contra mi Dissertacion, y con–
tra las
R eflexi'ones
de ella, es en su favor.
Por tanto yo le suplico, no se torne mas tra–
bajo en el assunt0. Mire Vmd, que
el
Au tor
de las
Reflexiones
sé ha portado con Vmd.