REV. PATRIS LVDOVICI
601
Cervariensem Epístola sive Dedicatio
prrefixa Operi quod inscribitur: Julii Po–
giani Sunensis Epistol::e et Orationes,
olim collect;:e ab Antonio Maria Gratiano,
nunc ab Hieronymo Lagomarsinio e S. J.
Adnotationibus illustrat;:e ac primum
edit::e. Volumen
ll.
Rom::e, &c. Et Aca·
demi::e , Cerva_rierisis Epístola a d Rev.
Adm. P. Hieronymum Lagomarsinium.
Cervari::e MDCCL
VI.
Excudebat Emma ·
nuel !barra in Typographio Academi::e.
.:__En
4-
0
,
de
26
ps.
E.
EL
P.
BLAs
LARRAZ.
De quien es también la carta enviada por
respuesta, á nombre de la Academia de Cer–
vera, al P. Lagomarsini, como puede verse
en Caballero (r,
174),
Backer (u,
652)
y
Sommervogel
(t:-', ·1372).
3654.-Rev. Patris Lvdovici ab Alca–
sar Hispalensis, e Societate Iesv Theo–
logi,
&
in Prouincia B::etica sacr;:e Scri–
pturre Professoris, Vestigatio arcani sen–
s~s
in Apocalypsi. Cum opusculo de
sacris Ponderibus ac Mensuris. Antver–
pire, Apud loannem Keerbergi u m.
cb. be.
xr.J. Cum Gratia & Privilegio
Regís Hispaniarum, & Seren. Archidu–
cum.- [Al fin
J:
Antverpiae Typis Ge–
rardi Wolschatl, & Henrici .lErtsJ.
M. DC.
XlV.-En fol., de ps.
1025
(s.
36
• hs. p. n.)-8o. -(En algunos éjemplares,
después de las palabras ·Seren. Archidu–
cum •, se añade: • En Madrid se venden en
casa de Iusto queerbergio• ).
E.
EL
P.
JuAN DE
PINEDA.
«
Vestigab'o arcam· sensus in Apocaly–
(Jsz'....
opus sane egregium, cujus editionem
mortuo auctore, P. Joan. de Pineda curavit
magno sacrarum litterarum emolumento»,
dice Oudin en su artículo del P.
L~is
de
Alcázar (Ms., pág. 4).
La edición, con dedicatoria suya de r.o de
Marzo de
1612,
la empezó el mismo P. Al–
cázar, de quien nos dice el P. Solís en
Los
dos Espejos,
que «no vio mas, q• el pri–
mer pliego impreso de su rnarabillosa Ex–
posicion sobre el Apocalipsi» (r,
77).
Pero
que la continuara el P. Pineda es muy ve–
rosímil, por cuanto era gran amigo y admi–
rador del P . Alcázar, muerto precisamente
á
I4
de Julio de
16
r
3
en la C,asa Profesa de
Sevilla, de la que era á la sazón Prepósito
el P. Pineda. Él debe de ser también el
«Hetreros», ó
Amt'go,
de quien hay tres
advertencias en los preliminares.
Una noticia curiosa. En el elogio que
del P. Jorge González hace el P. Juan de
Santiváñez en su
Hist.
(Ms.)
de la Prov.
de Anda!. de la Comp. de :Jesus,
dice de él
lo siguiente:
«
Desocuparonle de la clase [de
gramática, en Sevilla] para que aiudase a
el padre Luis de el Alcazar, porque asi me–
jor se lograse el comun deseo de ver ia en
la emprenta aquel gran Apocalipsis, estu–
dio de muchos años, que suspensa tenia la
expectacion de todos. Puso Jorje Gonzalez
en-espejado latín esta obra, q.• su auctor te–
nia trabajada en lengua vulgar. Fue mucho
lo que trabajo en esto sin darse treguas
para su .descanso....
>>
(P.
m,
hojs.
270-71).
Lo que el P. Santivái'iez llama aquí «len–
gua vulgar», acaso pudiera ser el latín
de las escuelas, y no lo que decirnos ro–
mance castellano. Pues no es de creer que
el P. Alcázar quisiera dirigirse en esta su
obra maestra á simples romancistas, ni que
necesitara pensar ó dar salida á sus concep·
tos en castellano para irlos luego dispo–
poniendo poco á poco en latín, al modo de
los aprendices de gramática: tanto más, que
su
Comeutario
lo había ya expuesto
y
dic–
tado en clase, y de presumir es que no lo
expusiera ni dictara en castellano, contra
la costumbre de los demás profesores de
Sagrada, Escritura.- Añádase
á
esto que el
P. González no pudo tener espacio siquiera
para la traducción de una obra en folio de
más de mil páginas, en el tiempo que se
supone haber ayudado al P . Alcázar. Pues,
como nos asegura el mismo P. Santiváñez
en sus
Cmtm-ias
(igualmente Mss.), mu–
rió «en Granada, 9 de Agosto
1
604 ,
en lo
mejor de los años,
y
con solos cinco de