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te has de confesar
y
co–
mulgar, consignes purificar
más
y
más tu corazón
y
fortalecer tu alma con la
divina gracia. - Tal vez tu
hermano
6
tus paclres di-
gapae, a lwa euti confesa–
rishpa, eomulgashpa cam–
bae shuniguta ashun a
-
hun elmyayachingui, almw–
ta graeiapi si?whiyachingwi.
-
Gambac lmañushca hu-.
funtos están todavía on el
auqui chari, cannbac hua–
purgatorio, sufriendo horri–
blemente. T en, pues, miseri–
cordia de ellos
y
de todas
las benditas almas del pur–
gatorio; socórrelas, ganan–
do
y
aplicando indulgencias
á
ellas, <L saber aquellas in–
dulgencias qne, según decla–
ración del Padre Santo, pue–
den ser aplicadas á las al–
m.asele! purgatorio.
ñuslwa yaya mamci purg.a–
toriopi, manwha·i rnanichai
mutsushpa, t1:ya1wwna.. Pai–
cunannanita tucui purgato–
riopac almacunannanitapish
l/aqiiipayai, paicttnata ya-
1wpai
,
frubtlgenciacunata
itshich'i hpa
paicunaman
eushpapi h, chai, Padre San-.
to himü;ama piirgatoriopae
cilmacunaman it hid1ina in–
clulge1wiacwnata.
. Para ganar una indulgen-
Jnclulgeneiata itshichinga–
cia es necesario: primero,
pac ministinmi, shiwniqui,
estar en gracia de Dios, es
Diospacgrcu:iapi tiyana, rna–
decir , no tener en la con-
nci huwiui j uchahuan cana;
ciencia pecado mortal; pues
runa
ari , huañui juchapi
el hombre, mientras está en
cashpa, mana imata janac
pecado mortal, no puede
paehapac rnrana ushantlw,
hacer nada meritorio para
imashina chaquislwa yum
el cielo; es como un árbol
mana rnuyuta camanchu.
eco, que no puede dar fru-
hinami rumiyaslwa juclw–
to ningnno. Así, pne , no
sapapac nwna ilrululgencio
.,.
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