gaiente, la reina
cielos.
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de los
1
mashina capaclla cama–
chin, janac pachapac
Ilei–
natamni.
en
la
Contestatio (Prrefatio): "Recte ab ip o suscepta es in
assumptione feliciter, quem pie suscepisti conceptura per
fidem, ut, qure ter r re no n eras co n scia, non ten e ret
rup es incl usam."
En uno de los postulados arriba mencionados dicen los
Obispos que la gloriosa Asunción corpórea de la Madre de
Dios ha podido ser revelada á San J uan Evangelista, pues
mmió después del tránsito de la Virgen. En efecto dice San
Juan Evangelista (Apoc. 11, 19): "Entonces se abrió el templo
de Dios en el cielo;
y fué
vista el arca de su testamento en
su templo." Es claro que el A.rea del Testamento de esta
visión no es el arca material del antiguo Testamento, sino
que es símbolo de algún misterio. ¿Cuál es este misterio?
No será la humanidad de Cristo, aunque ésta es simbolizada
po~·
la cubierta del arca, el propiciatorio, pues en el Apoca–
lipsis la humanidad de Cristo es simbolizada siempre por el
Cordero que está parado sobre el trono de Dios, es decir,
sobre el arca. Admitido esto, no puede ser significada en
este pasaje sino la Madre del Cordero, ó exclusiva ó á lo
menos principalmente," porque también la Iglesia es simboli–
zada por el arca, en cuanto es el cuerpo místico de J esucristo;
pero aun en este caso como en la descripción siguiente de
"la mujer vestida del sol" (que significa á María
y
á la
Iglesia), Ja Madre de Dios es siempre el arquetipo de la
Iglesia. De consiguiente, el A.rea de la alianza es símbolo de
-María,
y
por -estó la invocamos ·en las Letanias Lauretanas
con el título de Fcederis A.rea. A.hora bien, el A.rea de la
alianza es ante todo símbolo del cuerp o vi rginal de la
Madre de Dios. Luego San Juan E vangelista nos indica
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