todos los males y des-
pugywmi; pwngui shwngu
gracias ; en efecto, ella es
rnari Diosta riosii eiiyaita–
un obstáculo para conocer
pishjarean
1 .
Ouinuricshuni–
y
amar
á
Dios
1.
~fas
la
guca pungui shwnguta ca–
humildad quita la soberbia,
ruyaehin, Diosta ywpai–
revereucia
á
Dios y e su-
ehashpa Pai wrapi eashae
jeta
á
Él,
y
dispone al alma
ninrni, almata Dio :pac ya–
lÍ
recibir la vida de la
ncupai, graciapae eausaita
gracia. Así es , pues, la
ehasquina.yaehin. GhaS'lta–
httmildad el fundamento ele
tae ewmurie shwngu tueiú
Ja vida virtuosa
y
santa 2;
allí eausaípae tiesínú2; ma–
porque sin ella no puede
na paihu{//11, ari allí eai1r–
haber verdadera virtud, ya
saiea 11u11na
rurcunaehii,
que Dios resiste
lÍ
los so-
Dios punigiti shwiguyuetn
berbios, pero
á
lo humildes
jareaepi, ewniirie shwngu–
da su gracia
y
caridad
3.
yuemanwa graeia, yana-
paita, euyciita rnwpi
3• .
1
Eccli. 10, 14. 15.
2
S.
Tn.0~1.,
Summ. Theol. II• II••,
q. 141, a. 5 ad 2. - Sent. in 4, dist. 33, q. 3, a. 3 ad 6.
3
Iac. 4, 6. .Petr. 5, 5. Prov. 3, 34. - La humildad,
fa
I'~
<le las ocho Bienaventuranzas, es en efecto Ja base
y
funda–
mento de Ja vida cristiana
é
interior ó de la perfección,
y
corres–
ponde con Ja mansedumbre
y
la penitencia (la
II~
y
ID~
de las
O.
B.)
á
la vía purgativa; mientras el de eo vehemente de ad–
quirir todas las virtudes que tiene por con ecnencia necesaria
el .ejercicio fervoroso en ellas, prir\cipalmente en la caridad
para con el prójimo
(IV~
y
V~
de las O. B.) corre ponde
á
la vía iluminativa ó
á
la santificación;
y
el cristiano se une
con Dios (vía
~nitiva)
por medio de Ja perfecta pureza de
corazón, de la paz
y
de los padecimientos por Él
(VI'~,
VIe
Gttrn,)1, \'aJomécum.
)9