ESTUDIOS INDIGENAS.
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una historia de siglos ignorada durante mucho tiempo
por la mitad del genero humano.
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Cuantas cr6nic3!s, cuantas obras sobre la historia
de America, cuantos trabajos y elucubraciones escri–
tas despues de la victoria, y en · medio de naciones
sometidas, no por la fuerza de las armas, sino por e l
lenguaje persuasivo de una religion, que hizo d e los
obstinados defensores, los ne6fito's de la nueva creen–
cia
!
La gloria mas pura de Espana, en la conquista
del Nuevo Mundo, no esta, como hemos dicho, en las
aventuras fabulosas de la esforzada lid que resucit6 la
-0poca her6ica de los hypantropos, sino en el encargo
apost6lico q ue confi6 a aquellos pastores sostenidos por
e l espfritu evangelico
a
quienes el mundo llama los
JJ'fisioneros de D ios.
Fueron estos los varones· constan–
tes que fundaron los primeros pueblos, que talaron las
montafias, que cultivaron las tierra, que pacificaron la
America y salvaron su historia, sus tradiciones y su
lengua. Tras la ruina vino la reconstruccion: obra de
un instante fue la codicia; mientras el encargo apos–
t6lico fue obra de siglos. Aun continua con brillo
en los pueblos del Asia, de la Oceania
y
en los de–
s iertos del Africa, sostenida por la fe, con la cual co–
menz6 su obra inmortal en el Nuevo Mundo. Es l a
idea iniciada por Espana ahora tres siglos, que cose–
cha 6pimos frutos
en~
beneficio :de la civiliza.cion uni–
versal.
Puede decirse que Espana fue en America, des–
pues d e la primera lucha, verdaderamente educacionis-·
t a. La historia colonial de Mejico, del Ecuador y del
P er(1 asi lo comprueban. La introduccion de la im–
p renta en America, cuando nlnchas d e las naciones
principales de la vieja Europa no la conocian; los pri–
meros colegios de Mejico, funclados expresamente p a r a
]a educacion de los principes indigenas ; los planteles
d e en senanza fundados en Lima
y
Quito, despues de