DE LAS SALlNAS.
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que tenían de verse vengados de los de Chile, fueron adelante
é fueron
á
dormir con el Gobernador, muy cerca de donde
estaba Almagro,
é
pasaron la noche con muy gran trabajo, sin
l~evar
mantenimiento nenguno, ni tiendas,
é
fué de muy gran
tormenta de nieves é viento muy recio, tanto, que cierta–
mente fué gran ventura no queaar todos helados entre la
nieve. Por donde con muy gran razon se dice que no hay en
·el mundo guerra más cruel que la que se trata entre los de.
una nacion.
El capitan Vasco de Guevara,
é
Cristobal de Sptelo,
y
otros, decian que revolviesen sobre los de Pachacama, pues
estaban descansados,
é
que fácil les sería desbaratarlos,
é
á
este
p~recer
se aJlegarqn muchos. Orgoñcz lo contradijo, di–
ciendo' segun dicen' que bien estaba durmiendo
á
su pla–
cer,
y
otras cosas; é tiénese por cierto
fué
causa que no fuesen
desbaratados los Piza.rros, porque por amor dél no se revolvió
á
buscarlos,
y
no hay duda sino que el campo quedara por
ellos, segun venian ros de Pizarro tan fatigados
é
tan derra–
mados, que tomaba .el término por donde venian más de'•tres
leguas. Pues, como no $e acordase de volver á los enemigos,
partieron de allí, é dándose toda priesa á andar llegaron, ya
noche oscura, adoi:ide estaba la gente de servicio, é hall'aron
las tiendas puestas donde se aposentaron .