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DE LAS SALINAS.

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feas contra Francisco de Chaves, que por su causa habian

perdido aquel paso por fiallo de hombre temeroso é sin cons–

tancia, pues si él fuer a avisado y experto en la gu.erra, era

imposible los Pizarros ganárselo tan ligeramente , é qne mal

hobiese capitan que fiaba ningun negocio arduo de hombre

que no estuviese experimentado .

Allegado Cristóbal de Sotelo, hallá ronsé por todos dos–

cientos é cincuenta hombres de

pié é de á caballo,

tu–

vieron grandes acuerdos en lo que ha ri an, pareciéndole algu–

nas veces que sería cosa acertada revolver sobre los enemigos

é haber con ellos la batalla, é superallos ó perder las vidas; é

pareciéndole que más sería temeridad que no acto de fo rta–

leza, Orgoñez dijo á todos que se reti rasen ,

tiempo que

era pasado buen rato del dia.

Jos Pizarros sub ían á toda

priesa muy contentos en ver qué cosa tan fácil les fué gana r

el paso que tan temido por ellos era; é decian todos que ya

la fortuna de Almagro se había acabado , pues con tanto des–

cuido é flojed ad habían perd ido una cosa tan fuerte. Orgoñez

mandó sus mensajeros al Adelantado para que luégo se reti–

rase por el camino, ·porque ya habian perdido lo alto ,

que

él saldria á·se juntar con él en un pueblo que adelante de all í

estaba. Sabida la nueva por el Adelantado, grande fué la tur–

bacion que recibió ; é pareciéndol e que ya delante de sí veia

venir á Hern ando Piza rro

á los que con él ve nían, mandó

Juégo que á toda priesa partiesen de allí

marchasen á se

juntar éon Orgo ñez ; é cuando le allegó esta nueva era tan

tarde que ya el sol iba declin ando,

cami naron él é sus gen–

tes toda la noche , haciendo mu y grand ísimó frío,

and uvo

toda ella ,

otro día, dándose priesa á caminar, á hora de

mediodía se juntó Almagro

Orgoñez con toda la gente, é

hicieron alto.

Díjose que el capitan Francisco de Chaves tu vo trato con

los Pizarros para que por e llos foese ganado lo alto de Guay –

tara, y que él tuvo aviso de su llegada; unos lo afirman por

verd ad y otros lo niegan, é áun dicen sobre esto que

tiempo que D. Diego de Almagro, el mozo, ma tó al Marqués,