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D. JOAQUIN DE LA PEZUELA.
bia criado en Buenos-Aires; tenía estrecha amis–
tad con .sus más distinguido patriotas, tomó parte
en los primeros movimientos del Alto Perú
y
se
señaló ·entre los guerrilleros de Cocbabamba. De
una' honradez
á
toda prueba, grave
y
rígido ob–
servador de la disciplina, no consentía, que se die–
sep.
á
su hijo ascensos no merecidos, ni se permitía
á
sfmismo permanecer en un cómodo alojamiento
má:s·de los tres dias fijados por la. Ordenanza, ni
estaba dispuesto
á
tolerar el menor desman
n
sus
subordinados. Habiendo salido de lea
ei
21 de Oc–
tu,l)re., .pudo llegar
á
Huamanga el
31 ,
sobrepo–
niéo.dpse
á
las penalidades, que ofrece el largo
despoblado de más de setenta leguas, con su des–
amparo, sus escabrosos senderos, sus rígidas pu–
nas
y
la molesta marcha desde las altiplanicies
á
las hondas quebradas,
y
desde éstas
á
las cordille–
ras; La acogida en aquella ciudad presentó la a ra–
dable mezcla del entusiasmo con el más apacible
órden. Emprendiendo de allí la marcha al Norte,
llegó
~
Huanta el 6 de Noviembre; una de sus
avanzadas sorprendió, el dia 11,
á
la partida ene–
miga de trece hombres, que guardaba el pu nte
de Mayoc, matando al centinela
y
haciendo siete
prisioneros. Dueño de tan importante paso, si ui6
sin obstáculo por Tayacaja al ameno valle de Jau–
ja. El Virey, que habia despreciado desde luégo la
expedic1on patriótica, se proP,uso destruirla, po–
niend~.
en buen estado las milicias de Tarma, en-