D. JOAQUIN DE LA PEZUELA.
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patriótica, se lograba una desereion diaria de trein–
ta
á
sesenta hombres, l que no podía ser cop.teni–
da por las.más activas indagaciones, ni por las ame–
nazas más terribles. Oficiales patriotas la
promo~
·
vian con tanto celo, como eficacia, señalándose en.:..
tre ellos La aosa
y
Taramona, cuya decision deuia ·
inmortalizarse con una muerte trágica.
Entre
los , ·
jefes. que cambiaron de bandera por e°:tónces , se
. distinguen el cuzquefio D. Agustín Gamarra, que·
era ayudante d Virey, despues de haber ·ido se–
parado, por desconfianza, del mando del batallón_
i
Union peruana,
y
los tenientes coroneles Velasco
y
Elespuru. _En el mismo dia, 24 de Enero de 1821,
se pa. aban
á
las filas de la patria más de 100 indi–
viduos de todas clases.
La desercion hubiera tomado mayores proporcio–
nes, si de de la llegada de an Martín
á
Ancon no
hubieran formado los realistas su principal campa–
mento en Aznapuquio, donde podían (ljercer una.·
eficaz vigilancia. Ese· campo, por su
proximid~d"
·'
al Callao
y
Lima, les ofrecía tambien la ventaja de
poner
á
cubierto de un golpe de mano los dos pun–
tos militares más importantes. En cambio, por
su ··
insalubridad, e vi6 prorito convertido en un hos7 ·
J
pital , que no habría tardado en ser la tumba del
ejército, si no se halláran tan cerca los de Lima.
Mayores quebrantos recibieron los realistas de la ·
brillante expedicion, realizada en la sierra por
Are- ·
na-les. Aunque nacido éste en la península, se
ha- ·