RE OLU ION DE TUPA
M
U.
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veinticinco mulatos, que trepaban imprud nte–
mente por el cerro d Puquin,
y
otro el dia 8,
en que, no obstante la gran sobree citacion, e
pe–
leó desde las opuestas alturas, qu br d por en–
medio. El estrago
fué
poco consider bl ; los tiros
.de la artillería de lo inv sores pas b n por alto,
, -Segun e jactó el ··lle ·o qu 1 s
diri~
ia. on in–
i.encion de malogr rlo · 1 , e cop
t·
t
mpoc
hacían mu ho daño, tando tambien inutiliz· da
inten ion lm nte l m· de 1 11· ve . Ll
da 1
noche, que
fu
muy lluviosa, vió el e ·e p ran–
zado Tupac Am ru d
S\ ·
ndarse su
t:;
nt . 1 ubo
de levantar el c mpo on
t
nt pre ipit·
i
n, que
se dejó su pabellon de ed·
tr d rado, que
habia tomado Arri a .
Los d fensor del uz o. qu agu r
comb te 1 di 9, qu ·ron or rendi
1
el campo libr d ene i
. L
u
ili
r s d
ruro qu rian per eguitlo n u r tir d · per n
les con intió por lo o pe h o
tl.-
bi to
é
ine plic bl movimiento
denes del Virey prohi ian brir 1 · m na nt
que llegáran l s fuerzas d LiI . Tup Amaru,
léjos de darse por encido,· hiz r cibir b jo palio
en el pueblo de Acom yo, oró devot mente
ro–
dillas nte el Santí imo acramento,
y
comi nd n
casa del cur ase
0
uró, que volveria 1 uzco con
mayores fuerza . Atribuía su retirada al deseo de no
..sacrificar los indios, que le habian echado de car-
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