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hermano, tiene conqui tada y poblada, se diga que por
ninguna manera de te.mor Hernando Pizarro la desam–
paraba. Porque quien tuviere conoscimiento claramente
verá que, conoscienJo lo indios flaqueza,, es acr ecentar
en ellos el ánimo. En servicio
d~
Dio y del Rey, susten–
tando vuestras ca as y haciendas, morís; ved si son
prendas que por desamparallas era bien buscar el pe–
li o-ro que tenemo , cuanto más huille, no piense ningu–
no en tal cosa, porque ya que lo querais poner por obrn,
ha de ser dejándome sólo, adonde con la vida pagaré
la deuda que me puso obligación de hacer lo que digo,
que no quiera· Dios que se diga que otro ganó el pue–
blo y que yo le perdí. Esforcémonos todos con la ra–
zón que tenemos de pelear, y no sentiremos el peligro,
porque ya sabeis que con el esfuerzo se alcanza lo que
parece imposible,
y
sin él lo fácil se hace dificultoso.
Esta es mi voluntad; suplícoos que la de todos se con–
forme con ella, porque, con división, clara cosa
per–
dernos sin enemigo".
A todos les pare ció e tas palabras de hombre vale–
ro o, y. a una le r espondieron que, pu-es a él así le pa–
recía, que, como a persona que a todo tenía experien–
cia, diese el remedio, porque todos estaban aparejados
a ponello luego por la obra. Hcrnando Pizan-o, agrade–
ciéndoselo mucb o, dijo: ''Ya vei como toda la gente
está cansada y desvelada, los caballos flacos
y
muy
fa–
tigados, la fortaleza en poder del enemigo,
el
donde
recibimos todo el
~año,
porque ella les hace spalclas
para metérsenos en el pueblo, a cuya causa tienen
tap.4
to atrevimiento, que, según el estado en que · estamos,
conservarse el pueblo do. días es imposible pue ya no
tenemos ni poseemo más de la plaza; así que e nece–
sario perder todas las vidas o ganar la fortaleza, por-
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