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Estando entendiendo en la fundición, vino nueva que
el Collao estaha alzado, y los indios habían muerto cier–
tos españoles que estaban en las minas, y que Villaho–
ma, un :indio muy principal a quien tienen ellos en la
veneración que nosotros tenemos al Papa, era vuelto de
la jornada del Adelantado D. Diego de Almagro, con
quien iba, y estaba por Capitán de la gente de guerra.
Hernando Pizarro preguntó al Inga si sabía ser esto así;
el cual dijo, que era verdad que el Collao, e taba alzado,
que él quería ir a conquistarlo, yendo su mismo perso–
na del dicho HernarÍdo Pizarro con él y no con otro C¡tpi–
tán, y que Villahoma era cierto haberse tornado, mas
que no estaba con los indios de guerra, ni fué en ha–
cellos alzar, sino que ·por los malos tratamientos que les
hicieron las gentes del Adelantado D. Diego de Alma–
gro, se habían alzado, y que Villahoma se volvió por–
que así mesmo le trataban mal y le querían llevar en
una cadena, como llevaban a Paulo que es hermano del
mismo Inga.
A este tiempo se publicó entre los españoles que este
Paulo se soltó al Adelantado, y que estaba aquí escon–
dido. Desto rescibió la Ciudad muy gran alboroto, r equi–
riendo a Hernando Pizarro prendiese al Inga, porque sin
duda ninguna tenía a su hermano escondido, que si era
así, era muy claro indicio de se querer alzar. El In–
ga r espondió a esto que se lo levantaban, porque en
su voluntad jamás había errado, que si Paulo fuera ve-
. nido no había causa ninguna para escondelle, que él que–
ría enviar a llamar a Villahoma para que todos perdie–
sen la sospecha y se conosciese su intención. Hernado
Pizarro le dijo que lo hiciese, porque los españoles co–
nosciesen estar muy engañados en lo que dél
sospecha~
ban, dándole joyas que había traído de España, rega-