131
cos hombre que au ia en la c ibdad ·y se auia casa -
do con e ta _Doña Yn es, que au ia s ido muger de
Franc isco
r..Iartin de Alean tara, he rma no del
Marques
)
de los otros Pi<;:arr os, de padre tan
?
solamente. Y como s e caso hallo a e to dos mu–
chacho y a la donzella en casa de su muger, y
despues el D on Ant on io de R ibera te nia cargo
y
mi raua por ellos, que como no teni a n hijos nin gu-
nos l_os r egala[ba]n m ucho, por se r hijos del fa r-
9lJ e_§;;.iñadosuy;l:>ues base el e saber que el ca pi-
tan Diego de Gumie l yua s iempr e a ca a de Don
Antonio de Ribera a Yi. itar a es to dos muchacho. ,
y habla ndo con
ll os teni a el sombr e ro en la mano
yzquierda, y la de r echa puesta en las baruas. a
los qu a les dezia , como que amena c; aua:
Para es -
tas p ocas que e1t la cara ten°go, qu e yo sea peor
que J uan de R ada y Ju an B alsa y Nlartin de
B ilbao, y que yo os ponga a e1tt1'a111bos en el es–
tado de la gouernaciou que vosotros meresceis,
lo qual vuestro tio no m eresce, po1' la s grandes
mald_ades que co11zie11ra a vssar cout ra los serui–
dores d e Su Al agesl ad.
Y dichas es tas pala bras
luego se passeaua dela nte cl ell os, haz iendo mu es–
tras de hombre muy brauoso, y los muchachos,
como er an ele poca heclad no le r esponclian cosa a l–
guna , porque a un no teni an ent endimi ento ni d is–
crecion a lg una para e llo. Hase de tene r entendi do
ti,ue es tos hombr es, Ju an de R ada, Juan Balsa y
Martín de Bilbao, con otros diez o doze hombres
de la vida ayrada, ma ta ron al marque. Don Frnn-
'
cisco Pi c;a rro en venganc;a de la muerte que dio e l
Comendador Hernando Pi c;a rro , siendo Justicia
!