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los qua les viendose en su presencia,
y
e_ntre otras
cosas que alli passaron , los dos le pidieron perdon,
desculpandose de lo que contra ellos se auia dicho,
y que vssasse de clemencia y beninidad cota ellos.
La qua l consig ui eron a causa que si el hiziera jus–
ticia dellos, s iendo (1) tan principales hombres en
la tierra, que luego los amigos de los dos dixeran
que er a muy cruel y vengatiuo y que iio er a hom–
bre para se r Gouerna dor, y que auiendole dado e l
pie se aui a t9mado la mano , pues ya lo dezian en
muchas partes; y por esto los perdono. Ma s pri–
mero les dio vna brau a r eprehens ion , trayendoles
en la memoria de como e llos fu eron los primeros
que le auian puesto en lo que entre manos tenian,
que si por ellos no fuer a, que se lo auian rogado
con gran ynstancia y con muchas ymportunacio –
nes , que en tales afrentas nunca el se pussier a en
esto, antes se es tuuier a qu edo holgandose en su
casa. Mas, en fin, pues ellos er an venidos, que el
los perdonaua para que de ay adeJante le sir–
ui essen bien y lealmente , con ta l aditamento que
fuess en a Quito con el y a su costa; y ellos lo hi ·
zieron assi , como adelante se dira , aunque Gorn; a–
lo Pi<;arro los tuuo siempre por sospechosos,
y
con
esto mandaua mira r por ellos sec r etamente por–
que no se le ausentassen.
(! )
T achado:
ellos.
G.
DR S ANTA CLAPA,-lll .-2 . º
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