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el por alguazil mayor de la cibdad a Machín de
Andi a, 'izcayno, y
á
P edro de Arang·urel, Yiz–
cayno, por escriu a no de cabildo , que er a hombre
muy abil, y les mando que en todas maner as estu–
ui essen aduertidos de escr euille siempre y muy a
menudo de todo lo que passaua en la cibdad y
fuera della. Assimismo embio a la villa de la Pla–
ta, ques en la prouinci a de la Cha r cas, a Fra n–
cisco de Almendras , que era hombr e furioso y de
ala condiscion, que era otro mfoistro cruel de
Gon<;a lo Pi<;arro, y le dio por y ns trucioñ que
e
g uardasse de a lgunos vez inos de la vi lla porque
no le ma tassen algun dia, ca los t eni a por sospe–
chosos. Yten, le mando que quitasse los r eparti-
1~os
qu e tenian otros vezinos, porque auian
dado fabor
y
ayuda a l Visorrey
y
e auian ydo
con e l, a unque despues a lgunos de llos se a uian
bue lto a la villa, a los quales tenia por sospec ho–
sos. Yt en, e'mbio con el a Di ego de .Riba deneyra,
Alonso P er ez de Esquiuel, Luys de L eon, con
otrc:>s diez o doze vez inos de aquella villa, a los
qual es embio a manera de hombres desterrados
porque los teni a por sospechosos , y aniso a Fran–
cisco de Almendras que se r eca tasse destos hom–
bres, qu e eran valerosos en la tierra, porque le
auian de ser muy contrarios en todas las cosas que
hiziesse o mandasse, porque desde la villa se lo
auia n escripto sus afficionados. Y demas desto le
mando que todos los tri butos que los yndios dauan
a los encomenderos,
y
lo$ que e tuuiessen vacuos,
lo_:; r escibiesse e1 s i
y
despues se los emb ia
e a
doquiera que el estuui esse, porque los auria me-