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seydo de s u Yirreynado por la R ea l A ud ienc ia por
las crueldades que auia hecho y pensaua haze1-
mas a delante en los leal es vasallos de Su l\!Iages–
tad ,
y
que ya no era sino vn hombre pa<1:ticular
....
como lo era qualquier a otro.
Y
que s i el auia lle-
-.~
~:ado
hasta alli e i-a porque traya y venia co1,1 el
Qydor Alison de T exada
y
con Francisco
~fa ldo
nado, los qual es yuan a nt e Su Magestad con cier–
tos r ecaudos que conuenian mucho a todos los que
en la tierra biuian,
y
p a ra le dar cuent a de todo lo
sucedido en el P eru;
y
los dos procuradores dixe–
ron lo mismo, porqu e se ha ll a ron presentes a es ta
pla tica. De tod as estas cosas que el cosario
y
los
dos procuradores dixe ron a los hombres de la ys la,
luego ellos dieron auiso de todo a los del cabildo
panamense ,
y
de la ma nera que venia
y
qu antos
na ui os traya y qua nta gente y a rtill eri a y a rcabu–
ze ria les pa1-escia que ternia . Los r eg idores, como
su pieron qu e R em ando Bachicao ·yua en son de
paz, yendo de g uerra, haz iendo muchas cru eldades
por do passaua , pusso g r an temor y espanto en al–
gunos dellos,
y
ass i todos vna nimes det ermina r on
de no lo rescebir por mas gente y armas que tru–
xesse, pues a uiari preso a l Visorrey ta n aleuosa–
ment e .
Y
con es to ma nda r on luego aper cebi1- a la
gente de g ue rra que a ui a en la cibdad y embiaron
por mas so lda do s y vezinos que es ta uan en Nom–
bre de Dios, los quafes vin ieron dende a pocos di as,
y los na\ÜO se ma ndriro n luego apercebir y apr es–
tar pa r a no los dexar entra r en e l puerto; mas fue
ya ta r de es tos aper cebimi entos. f:,os mercaderes
di xe ron que no era bien hecho deffender a nadie