CAPITULO X
DE
CO~IO
HERNANDO BACHICAO CONTINUA 'DO SU CA–
MINO LLEGO A LAS Y LA DE LAS PERLAS, Y DE ALLI
SE •UE A PANAi\lA, DO)IDE E TAUA TRATADO POR EL
CABILDO DE NO LE
l~ESCEBIR,
Y AL FIN ENTRO, Y DE
L .\ CO A QUE HIZO E)I SERUIClO DE GO .<; ALO PI<;ARRO
Continuando el gran cosario su viaje, a cabo de
cierto dias lleo·o con su nauios a las yslas de las
P erla , en donde tomo refresco a nunca pagar, y
alli supo de
cier~o
hombres como el cabildo pana·
men e y todo
los cibdadanos estauan alborotados
con u Yenida, que auia dias que lo
abian, y de
como venia haziendo mill desafueros y crueldades
por la mar y por Ja tierra, y como venia con mano
armada contra ellos, de lo qual le[s] peso gran–
demente . A esto les respondio que el no venia a
hazer ningun mal ni daño a lo? panamenses, que
lo
tenia por grande
amigos, sino a seruir a Su
Mage tad, y que si gente de g uerr a traya era por
deffenderse del Visorrey, que andaua ynquietan·
do la tierra
y
la mar
y
que hazia mucha gente
para
yr
a la cibdad de Lima contra la Real Au·
diencia. Allende desto, que yua contr a los serui–
dore de Su 1Iage tad que es tauan con los señores
Oydores, no lo pudi endo hazer, pues estaua despo-