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ziendo ql;le constreñidos y amedrentados de°Gon–
c;alo Pj9arro y de su Maestro de campo y de todos
sus capitanes, auian hecho todo lo arriba conteni–
do, de puro temor y rezelo que tuuieron dellos,
porque no los matassen,
com~
estauan dello auis–
sados, todo lo qual se pusso, como lo pidieron, es–
tando delante algunos testigos. El Doctor Alisson
de Texada, no queriendose mostrar por neutral,
dixo que el de su propia voluntad
y
motiuo y en
nombre de Su Magestad auia nombrado a Gon–
<;alo Pic;arro por Gouernador porque le parescio
que conuenia de se hazer assi por amor de la tierra
y a la pacificacion della, y que no lo auia nombra®
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miedo i ni fue para ello constreñido ni forc;ado a
que lo hiziesse, .sino que vido que era razon
y
jus–
ticia que assi se hiziesse hasta su tiempo y lugar,
y que en el entretanto mandaria Su Magestad otra
cosa. Qnissieron algunos sentir que lo que dixo el
Oydor Texada fue porque estaba sobornado y co–
hechado del padre Diego Martiil.,, mayordomo ma–
yor de Gonc;alo Pi<;arro,
y
d·el Maestro de campo
Francisco de Carauajal, porqne luego de ay ade–
lante trauaron g-rande amistad. Otros dixeror.f>que
todo lo que el Oydor Texada auia dicho auia
sido todo fingido y simulado, para en despues
v iendo la suya hazer lo que le paresciesse en ser–
uicio de Su Magestad, porque en · este tiempo ya
no auia lugar; de manera que sobre este casso del
Oydor uvo muchos y diuersos paresceres, y a lo
primero se atienen muchos por lo que despues pa–
rescio, como adelante diremos. Otro dia, por la
mañana, que era martes, · que se contaron veinte