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cass·o se requerían hazerse para que les guardasse
y no queprantasse sus priu'ilegios ) franquezas
que de Su·Magestad tenían,
y
el lo juro y se assen- ·
to en el libro de cabildo. Tambien los tres officia–
les de Su Magestad lo assentaron en los libros de
'
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la Contadoria,
y
torno allí a dar fian<;as . como lo
auia hecho ante la Real
Audi~ncia,
y se hizíeron
_ otras cosas que en este caso conuenian, hasta que
se acabaron. Con esto se salieron todos de las ca–
sas de cabildo, los alcaldes y regidores y los capi–
tanes que con el auian entrad0, y lleuaron a Gon–
<;alo Pic;:arro a lo a_possentar, con muchas trompe–
tas
y
chirimías, a las casas del Marques Don Fran–
cisco Pi<;arro, . su hermano. Los demas capitanes
y soldados que se áuian quedado en la pla<;a, como
supieron que los negocios de Gon{;alo Pi<;arro es–
tauan concluydos como el lo des'seaua, dispararon
todos a vna toda
'la
artillería y arcabuzeria, de
pura alegria y contento. Y tambien dixeron mu–
chas vezes y a grandes bozes:
¡biua el rey.1 biua el
·rey y Gonr.alo Pi(:arro Gouernador de los reynos
y p1'ouincias del Peru.1 por niar
y.
por tdrra!;
quien no dixera a111en, que muera por ello;
y
todo esto passó a 28 de Otubre de 1544 años.