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al Visorrey, que por amor dellos se uviera de per–
d r. Yt n, mando prender a muchos vezinos que
tenia (l ) por sospechosos porque auian escripto mu–
chas cartas a los suyos para que se huyessen y se
viniessen a seruir a su Magestad y al Visorrey, y
porque auian dicho mucho mal del y de sus cosas,
los quales son los siguientes: El licenciado Benito
Juarezde Carauajal, Melchior Verdugo, Pedro del
Barco, Grabiel de Rojas, Gomez de Rojas su so–
brino, Garcilaso de la Vega, Martin de Florencia,
Luys de L on, Pedro de Manjarres, Juan de Saa–
uedra, Gomez de Figueroa, Anton Ruyz de Gue–
uara, Rodrio·o Nuñez de Bonilla, Pedro de Guz–
man, con otros que eran valerosos en la tierra.
Francisco de Carauajal 'fue y ntro en la cibdad a
media noche con cient arcabuzeros muy bien ar–
mados, y en llegando fue luego a hablar al Oydor
Cepéda diziendole que conuenia mucho prender a
ciertos hombres que estauan dentro en la cibdad,
para asegurar
á
los caualleros de Gon<;alo Pic;a–
rro,
y
que su merced le diesse licencia para lo ha–
zer. El Oydor le otorgo lo que Carauajal le edia,
ma de miedo que de voluntad, porque tuuo en–
t ndido que no fuera parte para negarselo, y que
[ ] lo auallero que quería prender no se les baria
co a al ·una; aunque ciertamente los quisiera aui-
ar no tuuo manera [y] aunque tuuiera no sabían
qui n
er n, aunque sospechaua de los que se
auian enido huyendo del pueblo de Jaxag·uana.
uid
t
licencia el cruel carnicero
y
sin temor
(l )
M .
tmian.