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auian sido muy contrarios al Visorrey. En la pos–
trera memoria estaua en ella puesto su cuñado
Ventura Beltran, que era vno de los que auian de
prender porque se auia mostrado mucha parte en
la prision del Visorrey y por las palabras que el
y
Martín de Robles dixeron quando le prendieron,
diziendo a grandes bozes:
¡Su sangre sea sobre ·
nosotros
y
sobre nuestros hijos!
Don Hernando
de Cardenas rogo a Don Alonso · de Montemayor
que quitasse a su cuñado de la memoria de los pre–
sos, y él por le complazer lo borro,
y
con esto se
despidieron con mucha cortesia, y assi se fucs a su
possada. Pues Don H er1?ando d e Cardenas, consi–
derando lo que auia jurado y lo que auia firmado ,.
y como era en perju.ycio de tercero y en gran daño
del proximo, porque en este casso no dexaria de
auer _muchas muertes, estu,uo perplexo si lo des–
cubri[rí]a,·ó no, o lo dexaria en manos de la dudo–
sa fortuna. Mas, en fin, pudo mas la humanidad y ·
compassion que tuuo de los muchos que auian de
prender o matar, que no se pudiera hazer menos,
que [era grande] el desseo que tenian de to ar
vengan<;a de los enemigos del Visorrey, [aunque}
muchos dellos que se hallaron en la prision no t e–
nían culpa, porque fueron fon;ados y lo hizieron
mas de temor que no por ynteresar en ello algo.
Por esto y por otras causas y razones y por seruir
en ello a Dios y a Su Magestad y por obuiar tanto·
mal y daño, determino de lo descubrir, aunque
tambien quisiera que soltaran al Visorrey, porque
le pesaua de velle detenido en casa del üydor Ce–
peda. No estuuo Don Hernando de Cardenas mu -