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lo pondria en manos del enemigo. Y que [en] todo
esto baria lo a el possible por auer la vitoria con–
tra el Visorrey si Íes quisiesse dar batalla, y el lo
juró assi;
y
con esto fue lueg·o apregonado por
Maestro de campo, porqu e viniesse a noticia de to–
dos, de lo qual muchos s e holg aron, .aunque despues
andando e l tiempo les p eso grandemente a todos.
Al p_rincipio que Francisco de Carauajal tomó este
cargo mostró con todos gran familjaridad y llane–
za
y
hablaua a todos con muy buena crian9a, y con
la buen a conuersacion que comen90 a tener con
los soldados, principálmente con los capita nes
y
hombres principales, le comen9aron a tomar amor
y
a obedescer sus mandamientos quando assi man–
daua alguna cosa. Mas despues, como digo, an–
dando el tiempo se mostro muy cruel; que su lla–
neza paró en brauossidad, porque se hizo muy
carnicero, que quando los hombres le vian, o
quando le nombrauan, se sanctiguauan del como
del enemigo malo! y assi se escondían y huyan del
como del demonio. Estuuo este hombre, segun las
g·entes dfaen que lo conoscian, mucho tiempo en
Ytalia,
y
dizen que fue soldado del Gran Capitan, y
que fue alferez en la rota de Rauena, y criado
despues de l Cardenal de Sancta Cru_z
~ ' Don
Ber–
naldino de Carauajal,y
quefue [clérigo} de Euan–
gelio.
Y mas dixeron que por respecto de l dicho
- Cardenal alcan90 del Papa Jullio Segundo, quan–
do se r econciliaron y se hizieron amigos, que se
pudiesse casar, pues no podía, siendo clerigo, por
ciertas muertes que auia hecho en Ytalia, y a ssi se
cas0 despues con vna viuda honrrada, llamada