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ziasse publicamente por toda la cibdad que el tira–
no traya yntento de cercar la cibdad, y que si la
cercasse se perderia, porque los arcabuzeros del
Visorrey podrian por
aqu~lla
parte y por las tro–
neras matar a su saluo a los enemigos 'que andu–
uiessen discun;-iendo y
desm~ndados .
por las ca–
lles, y que darian asalto en el exército del tirano
en dia claro, porque estaría con pocos de los su–
yos en guarda. Viendo el Visorrey que· no auia
tantos a,rca:buzes quantos eran menester para ser-
.uir a las troneras, determinó de hazer mas ar'ca–
buzes, y por no quitar las campana,.s de
1.§lS
ygle–
sias 'por lo que del se dezia, mandó otra vez buscar
por toda la cibdad todo el hierro 'que auia, man–
dando premios a los que lo descubriessen, y como
ya en este tiempo estuuiesse muy odiado de mu–
chos no halló ninguno, porque los mercaderes
y
herreros que. lo tenian lo escondieron, y si hall-a–
ron alguno no lo quisieron descubrir. En este -yn–
ter los que querían mal al Visorrey comern;aron
de murmurar· contra él, diGiendo:
no sé porque
este hom.bre se cerca, pues no vee por que, y pa–
resce que no es tan ani1;10so como niuchos dizen
que lo es· y él se mostraua. Y si Gonr;.alo Piparro
quiere destruyllos a todos.1 que con sacar el río dé
niadre los pod1/á anegar f aczl111ente, y hechar
po1/ el suelo toda la cibdad en vn dza entero, y
,
quemalles las casas y las haz iendas que tienen
fuera della/
estas cosas, con otras muchas perju–
diciales, dixeron los mal yntencionad9s. Las casas
de la cibdad de Lima por la ma} or parte son he–
chas de adobes
y
de tapias, y con _el agua del rio