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cargo al dicho Alonso de Tóro, aunque de la qui–
tada le pessaua mucho, porque le tenia por verda-
,dero amigo y le quería mucho por auer sido de los.
primer<?s que le djeron animo
a
proseguir su co–
menc;ada jornada. Mas, en fin, viendo que si el no–
asseguraua su campo, en donde dependía su _vida
y honra y la de todos los suyos, como er dezia que
se perderjan totalmente todos, y assi lo emfuio a.
llamar y le habló en secreto, diziendole lo que to-
'
dos dezian del y de su braua y aspera condiscion,
y
c0mo se mostraua muy soberuio con todos los.
J
del exército,
y'
que mirasse que auian de ser mas.
rogados, que mandados, por ser la gente de diuer–
sas nasciones y au_n de ·varias
condi~ciones.
Y de–
mas qesto que algunos capitanes y soldados esta–
uan monidos para am0tinarsse e yrse al Visorrey,
w.orque-los trataua -rñ-al
dep~~b~a~ ~i
que tuuiésse
p-or bier;i que· en su lugar se éligiesse vn otro Maes–
tro de campo y que dello no rescibiesse pessadum–
bre ni enojo, porque todos lo ql;lerian assi, y que si
dexasse eí cargo le daría la compañia que auia
sido de
Gasp~r
Rodríguez de Camporedondo.
Y
que si esto no le estaua bien y le pessaua dello,_
lé prometía de no le quitar el cargo, - antes se de–
xarfa matar que dalle tal enojo, y que primero–
consentiria que se perdiesse todq, y no su amis–
tad, que era muy grande,
y
q~e
si @-1dexaua el car–
go
·(1)
sin pessaclumbre, que restaurarían las vidas.
y honrras que estauan a canto de perderse. Y que
mirasse en ello muy bien,
y
que lo
q~e
el quisiesse-
(t )
Tachado:
campo.
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