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aquella corriente. ¿Cómo se produjo en él semejante
cambio de vida? Un docum.ento publicado en la
Co–
lección
de Torres de Mendoza nos da bastante luz
en este punto. Apenas Francisco Hernández
~e
Cór–
doba reconoció la península de Yucatán en
IS 17,
Bernardino de Santa Clara escribió algunas cartas
a l secretario D. Francisco .de los Cobos, ·rogándole
que intercediese con el monarca para que le conce·
diera alguno de los empleos que se habían de pro–
veer en dicha tierra, cuya conquista y población me–
ditaba Diego·Velázquez:
« Si
d~l
Rey nuestro Señor
dos renglones se pudiesen aber en mi favor, de quan–
tos en vida de aquel Cathólico Rey de gloriosa me–
moria se derramaron por estas manos por mandado .
de vuestra merced, sería darme enteramente la vi·
da ». Sus negocios parece que andaban mal, pues es–
mibe: «no dexe vuestra merced de remediar un des–
consolado, con las migajas de su mano, porque con
su carta recibiré acá tant:o favor, que será para miti–
gar algo de la mucha pobreza que tengo» (
1) .
(I )
Carta de Berna/dino d e Santa Clara al Secretario D . Francisco de
los Cobos, refiriéndose
á
otras que antes le h abía escrito sobre el d es cubri–
m iento de una gran
isla~
qu.e según 1m ind io tr aído de ella, era muy in·
teresante s1e población; por tanto p ide que se le atienda con. algteno de los
empleos que habrá que proveer en la mism a.
Santiago de C uba,
20
de Oc·
tubre de 1517 .
Colección
de Torres de Mendoza ; tomo
XT,
págs. 556
á
559. Lo absurdo
del título de esta carta se explica porque el Yucatá n era tenido por
i~l a
al
principio de su descubrimiento.