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yua debaxo del palio, ha$ta que allegaron a vna
gran sala que estaua muy entapic;ada: de sedas
y
de ricos paños, en do se auia de hazer la Real Au–
diencia. Encontinente el Visorrey, el Obispo
y
los
Oydores se
assentar.onen sus sillas, que estauan
puestas en los estrados mas altos, y vn poco mas
abaxo se assentaron los Officiales de Su Magestad
con algunos letrados y caualleros de gran valía.
Entonces Juan de Leon, como Chanciller subio el
Real sello adonde estauan el Visorrey y el Obispo
y
los Oydores que lo aguardauan en pie, con los
·sombreros en las manos, y tomando el cofre saca–
ron el Real sello con gran acatamiento, bésandolo
tGdos,
[y]
lo pussieron sobre sus cabec;as. De aqui
fue puesto sobre uná muy rica siÜa, que estaua
cubierta con vn paño de brocado, que estaua en
medio del Visorrey y del Obispo y de
lo~
Oydores,
y con esto se abrio la Real Audiencia y se comen–
c;o de proueer de negocios de gouernacion y de la
real justicia, hasta que era
y~
tarde
y
ora de co–
mer; y todo esto se tomo por fee
y
testimonio ante
escriuano de Su Magestad. Hechas estas cosas,
con ·otras,
s~
despidieron todos los caualleros del .
Visorrey y se fueron a comer a sus possadas, y
dende a un rato se fue el Obispo Don fray _Geroni–
mo de Loaysa, el qual era natural de Truxillo y
primer Obispo de Cartagena y despues del Peru .
Los Oydores fueron hospedados muy honrrada–
mente en las casas de los vezinos que para ellos
estauan señaladas, en el entretanto que tomauan
casas, y assi el Oydor Diego Vasquez de
~e
eda
fue apossentado en casa de Doña.Maria d Escobar.