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Pic;arro, con los mensajeros de los otros que auian
ydo adelante, despues que uvo rescebido a los
vnos y a los otros, le dieron c:uepta y
-je
ynforma–
ron de lo que passaua en la
~ierra,
y a 1o que ve ·
nian y lo gue hazer pretendian. Lo que Gorn;alo ·
Pic;arro respondí o fue en . pocas palabras, aunque
con muchos entendimientos; al fia, por concluyr
con ellos les dio alguna esperanc;a que lo baria,
·mas que primero se queria ver en ello. Y que para
hazer esto queria tomar consejo y parescer de sus
amigos de lo que en el casso baria, y que despues
les daría resulutamente la respuesta; y en esto se
quedó la cosa suspensa, no queriendo precipitarse
tan presto en este negocio tan arduo y tan pessa–
do, no sabiendo como le auian de suceder las co–
sas. Hallandose solo comenc;ó de pensar por mu–
chas vias y modos lo que baria, y de los fines que
le podrian seguir en este casso tan brauo y ho–
rrendo, y assi estuuo algunos dias muy perplexo,
pensando como se eximiria dellot ó que respues–
ta daria para contentar a los que le llamauan.
Viasse muy combatido de los Regimientos de al–
gunas republicas, y poi:·otra
parte~
la"'Smuchas
y
grandes
ympor~unaciones
y cartas de los vezi–
nos que de cada dia le escriuian, que no sabia que
hazerse: o si entraria en el juego de la dudosa for–
tuna, o salirse, y assi estaua entre dos aguas. Par–
te de los cibdadanos del Cuzco, Guamanga, Tru–
xillo, Sant Miguel y Guanuco, con otras cibdades,
villas
y
lugares, y muchos vezinos dellas, como
mal yntencionados, queriendo ver nouedades y
escandalos, le embiaron a_ llamar c?n grandes ym-