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neral su hermano-, en nombre de Su Magestad, ha–
lló quando boluio al Marques muerto por la tiranía
y
tram~
que le hurdio Pon Diego de Almagro el
mo<;o,
[y]
que gouernaua
ya.latierra Vaca de Cas–
tro. Y el por biuir en paz
y
quietud se fue a sus
haziendas que tenia en Cha ui, en la prouincia de
los- Charcas, a eausa que Vaca de Castro lo per§.e–
guia, de embidia
que
tenia..de-1, segtin dixeron, por–
que andaua sieinpre en
ía
c;:íbdacJ_ de Lima muy
acompañido,
~-;·11:10
sefím·;de
manera queesla–
ua en sus
hazienda~
quando lo fueron a llamar
los mal
yntencio~rndos
y los mensajeros. Pues como
algunos vezinos vieron que las cosas yuan de mal
en peor, y no como querían, se sálieron de la cib–
dad y se fueron a sus yndiós, y otros a sus hazien ·
das
y
labranc;as,
y
otros a diuersas partes,
y
esto
hizieron a fin de no ver al Visorrey, porque les
auia quitado los yndios que tenían
y
libertado los
esclauos. De manera que múc.hos eran los huydos,
) pocos tos que en la cibdad se
qued~uan
por
i10
-~-
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saber a donde yr, po1:que los que se y-gap eran
aquellos que tenían mas que perder
y
los que se ·
auian hallaél.o -en la batalla de fas Salinas, porque
hablauan con ellos dos leyes de las quarenta que
se hallauan en las hordenanc;as. Otros uvo que
ran mas d mala yntencion, que no se quisierpn
esconder, ni
e~criuir
a nadie, sino que personal–
mente se fueron a las Charcas a llamar a Gonc;alo
Pic;arro que, como hemos dicho, estaua en sus ha–
ziendas, aunque el bien sabia lo que se platicaua
en muchas partes acerca de la rigurosidad de las.
hordenanc;as. Llegados estos vezinos ·a Gonc;alo
',