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porque dezian mucho mal del, que no lo podian
remediar, y ies pesaua porque no los auia querido
lfeuar consigo, ni aguarda:llos para que fueran
juntos, ni menos tomar el parescer de alguno de–
llos. Mas, en fin, no sintieron otro remedio para
aplacar a tantos querellosos sino de consolallos y
de re12.9car algunas cosas que no eran de tanta
,ymportancia, y otras -dexaron para l;as determinar
en estando assentada la Real Audiencia en la éib–
dad de Lima. De aqui se fueron por tierra al puer–
to de Payta (1) no todos juntos, sino cada uno de
por si, con- sus casas y familias, y estó por la falta
que.auia de yndios y de comida, porque el Viso–
rrey auia hecho despoblar los tambos, como atra.
queda dictlo. 'ne ta manera"""' c aminaron hasta que
allegaúan a alguna cibdad, villa o lugar de espa–
ñole~,
adonde se tornauan a juntar,
y
en Payta su–
pieron más de lo que el Visorrey yua haziendo, y
tambien reuocaron aqui algunas cosillas, de que
daua gran contento a todos los españoles. Hechas
estas cosas se fue cada vno por si a la villa de San
Miguel, en donde fueron muy bien rescebidos de
la,· ezindad, y las mugeres de los vezinos fueron a
visitar a las mugeres
d~
los Oydores, dandoles el
parabien de sus venidas, a las quales r.egalaron
muc)lo. Estando los Qydores
ocupado~
en cosas
tocante al seruicio de Su Mag-estad, y al bieh pt:–
blico de aquella villa, y de los yndios naturales
della, patesce que el Oydor Juan Aluarez, yendo·
a oyr misa a la yglesia mayor, como yua a pie
(I)
T achado :
Lima.