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y
próposito se boluio otra vez a España a tiemp<>
que el Serenissimo Rey Don Carlos era ya venido-.
de Flandes, al qual _dio tambien cuenta muy larga
de lo que los españoles hazian en las islas contra
les miserables yndios. El Serenissimo Rey le oy&
benignamente y le mostró gran fabor y buen sem–
blante; pero viendo
qu~
en esto no se ponia entero–
remedio, lo que el tanto desseaua, por los diuersos.
paresceres que auia
y
por los afficionados de los.
que estauan a su lado
y
en su Real Consejo, se
boluio a las Indias, y no a las islas, sino a tierra
:firme
1
que fue a la prouincia de Cumaná, en donde
estuuo algunos dias. Viendo el padre Bartholorne
de las Casas los males que hazian los españoles
á.
los yndios, salio de alli
y
se fue a España y pidio·
a Su Magestad de merced le diesse en thenencia
aqueBas tierras., afirmando que trayria
á
los yn-–
wos de paz y les predicaria nuestra Sancta fee ca–
tholica, sin batallas ni muertes dellos, y esto con.
yr alla gente llana y pacifica,
y
que el capitan que·
estaua-alla se saliesse de la tierra y todos los que–
con el estauan. Y que los_hombres que auia de- -
lleuar, atiian de ser casados,
y
que los auia de–
~onrrar
con franquezas y señaladas rnercedes,.–
porque fuessen señalados,
y
que
~l
mismo yria con.
ellos, porque por esta via le descargaría la con-–
ciencia;
y
assi le dixo-otras muchas
y
diuersas co- –
sas, de que fue bien oydo,
y
le dio a todo credito;.
y puesto en c0nsulta a vn6s les parescio bien;.·
aunque otros fueron de contraria opinion. De ma-–
nera que S,u Magestad le dio doscientos, aunque–
o.trns
dizen que fueron quatrocientos, labradorest-- ·- -