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males y las muchas crueldades que los españoles
hazian a los
)
ndios, le pe ó en gran manera de
todo ello. Y assi comenc;:ó luego a predicar o ada–
mente contra todos aquellos que hazian e to ma–
les aui sandoles como estauan en eterna darina–
cion sino se enmendauan; sobre todo lo qual u o
entre ellos algunas ,altercaciones y enojos, princi–
palmente quando los españoles oyan dezir que los
yndios que tenian eran libres y no esclauos. Oyen–
do esto el padre Bartholome de las Ca as, diole
n pesar y remordimiento en el corac;:on obre
epo, especialmente quando se conffesó con vn
frayle que no le quiso absoluer sino de aua ante
todas cosas los yndios esclauos y el repartimiento
que tenia en encomienda; y assi lo hizo. Y como era
gran letrado y bien entendido, queriendo vn dia
predicar, y leyendo en el libro del propheta I a–
yas, halló en el lo mucho que desao-radaua
á
Dios
los sacrificos hechos de los hombres homicidas,
ynjustos y crueles. Finalmente, conosciendo el
grande engaño en que auia estado hasta alli, as
i
en quanto a lo que tocaua
á
ssi mismo y a su con–
ciencia, como de los que con el se confes auan,
determinó dexar, como dexó, los yndios esclauo
y
el repartimiento que tenia, por libres de todo
enagenamiento, y el r epartimiento que tenia por
seguir lo que el néto E van -elio manda. echo
esto, lueo-o predicó
vtÍ
dia de fiesta de la
ump–
cion de ue tra Senora, en e l qual reprebendio es–
forc;:adamente a todos aquello que maltratauan a
lo yndios naturale y la manera de lo po eer ,
que era ynju ta.
)
tiranicamente tenido
y
auido ,