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lle la majestad. Cuando el príncipe y el parlamento no pouian poner e
ele acuerdo, á
es~e
le tocaba ceder, porque olo aquel era soberano.
í
li–
Lubeaba en hacerlo preci o era
pasar~e
in él; la nece idad de obrar a
í
. era evidente; ta:J'de
ó
lemp1·ano la comprendería el¡ ueblo, entonce ,
' mas avi ado el parlamento el'ia muy po ible qun l rey lo llamase de
nuevo.
leno~
previ ore lo corle ano no vieron en la di olucion del parla–
mento sino un medio para poder obrar on ma soltura. En presencia
de la cámarc1. baja vivían de a osegados los cortesano : ninguno osaba
aumentar de caradamente u fortuna ni gozar con orgullo de su cr dilo.
Los embarazo del po er ele barataban la intriga
y
anulaban lo rego–
cijos de \\ hilehall. El rey gastaba mal humor ,
y
la reina temblaba. Di-
uelto el parlamento desaparecieron estas traba
y
zozobra ; Lol'nó
á
brilla!' como en otro tiempos la nobleza frívola
y
los ambicio os ehalla-
ro~
n su'elemento. No pedía otra o a Ja córte,
poco se le daba qu
para logral'lo e mudase el gobierno del pai .
No lo juzg·ó a i el pueblo : la di olucion fue á _,u
1·
un síntoma e–
g·uro de pl'ofundo de ignios
y
de la re olucion por parle del monarca de
destruí!' los parlamento .
~o
bien se hubieron separado los diputados de
Ja cámara baja, cuando en Ilamplon ourt, en 'Whitehall, do quier
donde e reunía la córte, asi los papi tas ecreto como lo declarado ,
los predicadores los esclavos del ab olutisrno , los intrigantes
y
lo hom–
bres Ol'rornpidos, se feli itaban mútuamente por su triunfo : mientra
que en las principales cárcele de Lóndres de los condados
1
lo defen-
ores de los derechos públicos, tl'atados
á
la vez c n rigor de precio,
ran detenidos
y
acu ado por lo que habían dicho ó practicado en el
antuario inviolable del parlamento (
'1).
Reclamaban u pri ilegio
u
libertad bajo aucion ; mas lo juece titubeaban en responder , al 5n
como e clavos del poder, de oían la reclamacione d lo presos. r o les
abandonó
á
esto el alor en tal apuro; la ma or parte rehu aron on–
fe arse culpables pagar la mulla
á
que e le habia condenado : prefi–
rieron permanecer pre os,
y
Elliot e re ignó á vivir en ncierro perpétuo .
Mientra duró la cau a, iba aumentándose la indigna ion pública, in
tener a recelo de manife' tar e. eia e en la deten ion de los diputado
nna e pecie de prolongacion del parlamento , que vencido
di pei o se-
(1)
Lo miembro de la cámara encarcelndo eran: Holli , Mile
Hobar~,
Elliol ,
llayman, elden, Corilon, Loo", Strede
y
Valenline.